El atlas de las nubes, de David Mitchell

El atlas de las nubes
David Mitchell
Duomo Ediciones
Rústica/Digital | 608 páginas | 21€ / 13,99€

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¿Puede el amor, el poder del bien incluso en la adversidad, perdurar más allá de la vida que conocemos y prolongarse a través de siglos y lugares? Seis vidas se entrecruzan aquí de forma inesperada a fin de dibujar un mundo, profético y extraño a la vez, en el que la historia se puede reescribir. Los seis protagonistas de la novela, ajenos a la trascendencia de sus acciones, tienen un papel mucho más relevante en la posteridad de lo que pueden imaginar, en escenarios tan disímiles como un viaje por la Polinesia a bordo de un galeón en el siglo XIX, la California de los años sesenta, o una isla en un futuro postapocalíptico. Todos ellos comparten un destino común, el afán de poder que se sucede una civilización tras otra, y la búsqueda del amor como salvación. David Mitchell construye una aventura épica en la que no sólo todo está conectado, sino en la que también los gestos individuales pueden llegar a ser el germen de grandes revoluciones.

Como bien sabéis este mes organizaba una lectura conjunta de El atlas de las nubes junto a Isa del blog Readings in the North y junto a Ai de Your library is your portrait para la lectura de este magnífico (ya puedo decirlo) libro. Me ha enganchado y obsesionado, como hacía tiempo que ningún libro lo hacía. Casi 600 páginas en escasos 4 días. El libro narra una mezcla de historias en distintas épocas que tienen un nexo común que debemos, como lectores, hilar bajo su sutileza. Pasaremos por 6 historias, temporalidades y emplazamientos diferentes: un notario llamado Adam Ewing del siglo XIX que va a través del Pacífico de vuelta a su hogar; Robert Frobisher, un músico brillante que vive en pleno periodo de entreguerras Europeo y se ofrece como amanuense a Vyvian Arys; con una intrépida periodista de los años 70 llamada Luisa Rey que va detrás de un escándalo energético; con Timothy Cavendish, un editor con su propia editorial independiente en un mal momento tras el boom de uno de sus libros; un clon llamado Sonmi 451 que es una revolucionaria camarera del futuro; y por último, un superviviente del fin del mundo llamado Zachry.

Cubierta original de la primera edición

El atlas de las nubes esta narrada a través de diferentes novellas, dentro de una trama general, en las que va cambiando el tono, estilo, temporalidad y ritmo. Pasamos de un diario a cartas, de cartas a una novela de misterio, a una autobiografía, una supuesta grabación de una entrevista y por último, el relato de un hombre mayor. El mayor handicap de la novela son un par de novellas, bastante más densas y a priori insulsos en sus respectivas primeras mitades, como son la del notario a través del Pacífico y el hombre que sobrevivió al fin del mundo. Sin embargo, el resto de historias compensan toda la novela. La del músico Robert Frobisher es absolutamente genial por como se mete en la época. La historia detectivesca de la periodista Luisa Rey me tuvo muy enganchado página tras página. Con el editor Timothy Cavendish viví una serie de descacharrantes y alocadas desventuras. Por último, mi favorita, la entrevista entre el Archivador y Sonmi 451, ese mundo tecnológico y futurista tan asombroso no tiene precio.

«Nuestras vidas y nuestras decisiones... al igual que las trayectorias cuanticas, se entienden momento a momento, en cada encrucijada, cada encuentro... sugiere una nueva dirección potencial.»

Así, a través de las seis historias El atlas de las nubes va entretejiendo una historia basada en las relaciones humanas. Con esa estructura un tanto especial, una especie de muñeca rusa donde una historia va dentro de otra, nos presenta primero las historias más antiguas hasta hacernos llegar a la más futurista en el tiempo, cortando todas en un punto clave al que regresaremos páginas más tarde. Tras una historia central completa del futuro más lejano, regresamos de nuevo hacia el pasado, estableciendo esas pequeñas conexiones que suceden de forma directa o indirecta, pero que han sido prometidas bajo el subtítulo de la novela. De los personajes no hay mucho más que contar que lo que dije antes. Todos están absolutamente e increíblemente bien perfilados, utilizando un lenguaje y unas expresiones totalmente diferentes en cada historia. Mis favoritos son Sonmi 451 y su cambio de un mero clon a un ente con personalidad y capacidad de decisión; y Robert Frobisher, por que lo que me transmitían sus cartas haciendo sentir la música que tocaba.

Uno de mis libros favoritos, de mis obsesiones, una joya moderna de la literatura. Esa mezcla de estilos y esos personajes tan diferentes situados en diferentes épocas es algo ambicioso y bastante sorprendente, pero sobre todo, original. Te hace pensar, te hace disfrutar, estarás buscando hilos conductores de la historia, encontrarás reflexiones sobre multitud de temas (amor, avaricia, envidia, confianza, caída de civilizaciones, extinción del mundo, racismo, religión, poder…etc) y además de millones de párrafos para subrayar o marcar. No digamos ya, cuando descubres más tarde que el universo de novelas de Mitchell esta sutilmente conectado. Pero ese es otro cantar. Además, posee una adaptación cinematográfica dirigida por las hermanas Wachowski, que os recomiendo ver después de leer el libro, aunque se toma algunos ligeros cambios de trama y suprime algún personaje, básicamente es casi calcada al libro y goza de buenas interpretaciones (aunque hay una cosa con Robert Frobisher que no perdono a la película). Una novela adictiva, de las que cuesta dejar de leer.

La sensación que te deja al acabar de novela, donde buscas hilar todos los datos leídos

Seis historias totalmente diferentes por el precio de una

Diferentes y particulares estilos de narración para cada historia

Lo sublime e imaginativo de algunas historias como la de Sonmi 451 o R. Frobisher

Original, imaginativa, misteriosa, reflexiva con algunos momentos de humor, diferente a todo

Algunas historias, en concreto dos, más densas (ganan con la relectura)

Que una de esas historias es la primera de todas y algunos les desanima a continuar

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Estoy encantado de haber realizado esta lectura conjunta y haberme tirado rápidamente a por ella, creo que nunca se me va a olvidar la experiencia que he vivido con esta novela. Esa forma de devorar páginas e historias es única. El atlas de las nubes es desde ya en mis favoritas de mis lecturas de este año, y aunque ese par de historias son más densas, el resto claramente compensa.

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