Salitre y cenizas, de Carlos Di Urarte

Salitre y cenizas
Carlos Di Urarte
Ediciones El transbordador
Tapa blanda / digital | 327 páginas | 20€ / 4,90€



Leo Vicar llegó a nuestras vidas, de vuelta al barro, para quedarse. Hace tan solo unas semanas de la publicación de Salitre y cenizas, la primera parte de la trilogía La Corona del Oráculo de Carlos Di Urarte, pero ya podemos atisbar (al menos con esta primera entrega) un personaje de esos que hacen leyenda en el fantástico nacional (y ojalá fuera de él) como Mezen el Ariete o Nicasia. No necesito que me entiendan, solo que mi verdad se sepa, una de las frases del prólogo de Salitre y cenizas, nos dicen lo que nos vamos a encontrar en el libro. El testimonio de un reo, a punto de morir, que trata de dejar constancia de la que fue su verdadera historia, la que le ha llevado hasta la muerte, y no la que quieren contar de él. Como Kvothe contándole su vida al Cronista, pero cambiando la posada por una celda, y el tono evocador y risueño, por algo mucho más cínico y perturbador.

Decisiones que marcan un destino
Perdí mi alma cuando tenía trece años, sin ni siquiera haber desayunado, dice Leo Vicar iniciando el primer capítulo del libro. Aguardando en una celda marcial, en un penal de aspecto gótico azotado por el mar, Leo Vicar empieza a contar su historia antes de ser ejecutado (cuatro veces) por petición de la reina. Leo acepta contar su historia, desde su tiernos 13 años donde todo empezó, hasta el momento en que ha sido capturado. Todo un viaje del antihéroe narrado por un protagonista carismático, imperfecto y cuyo camino ha sido complicado, destructivo y repleto tanto de estupideces como de aciertos. Torturado y sin un brazo, comienza su historia (y confesión) en Salitre y cenizas, donde la aparición de una mujer enigmática traída por las olas cubierta de tatuajes de tentáculos cambió su destino, y de cómo su primer amor, desencadenó un brutal descenso al abismo.

Fragmento de la cubierta de Juan Alberto Hernández

Trasuntos nacionales
Ni el propio Carlos se esconde en que el mundo de La Corona del Oráculo está ambientado en un mundo de fantasía con inspiración europea. Concretamente, la trama se sitúa en algún lugar semejante al norte de España. También podríamos hablar de religión, donde el cristianismo del Dios Pescador y el culto a su hijo el Cristo Ahogado rigen a (gran parte de) la población y sus creencias, en una especie de catolicismo puro e intransigente. O, más en concreto, de los textos sagrados (Diestra y Siniestra), que sólo pueden ser leídos por sacerdotes, monjes o las Hermanas de la Siniestra. Entre todo ello, se cuela la magia, por supuesto. Una magia poblada de nigromantes, demonios de diferentes tipos, humores del cuerpo y mucho (pero mucho) que nos queda por descubrir en las posteriores entregas de la trilogía. Es decir, La Corona del Oráculo cuenta con un lore que hará (y promete) las delicias a más de un jugón del Blasphemous o Elden Ring, de esos mundos de fantasía oscura repletos de suciedad, sangre y vísceras con un humor no apto para todos los estómagos y cuerpos.

Un buen comienzo
Tanto el prólogo como el epílogo —y la sinopsis— de Salitre y cenizas nos ponen al tanto de que Leo es alguien capaz de muchas cosas de las que aún no somos conscientes. De poderes inimaginables. Su ejecución debe ser cuidadosamente preparada, por qué es un Oráculo, una figura de poder de dimensión profética en el universo de Carlos. Sin embargo, estamos viendo sus inicios, un primer capítulo que se muestra como una especie de contraste entre la corrosión marina y la destrucción ígnea que evoca el título de la cubierta de Juan Alberto Hernández. La pérdida de la inocencia de un niño que no ha tenido suerte jamás en la vida. Como primera novela de una trilogía, por supuesto, tiene varias dosis de infodump que a veces interrumpen el flujo narrativo, pero que son consecuentes con la construcción de un universo para una (digna) trilogía. Un primer pilar que se siente sólido, sorprendente, con un giro en el capítulo 2 que determinará si la novela te va a gustar o mandas todo a paseo, pero que sería spoiler comentar. Un giro que aporta algo nuevo a un esquema ya conocido y le da una nueva perspectiva. Para mí, un sí rotundo. Nos vemos en Hábito y mortaja, Leo.

Otras reseñas de interés:

Comentarios

  1. "Perdí mi alma cuando tenía trece años, sin ni siquiera haber desayunado"

    Si esa es la fras einicial, tengo un serio problema con ella... La primera mitad es brutal, pero la segunda... es patética y da grima.
    "Perdí mi alma cuando tenía trece años [...]"
    ¡Guau!, suena terrible, épico, me genera mucho interés... ¿Qué le pasó al personaje? ¿Vio morir a sus padres? ¿Abv;saron de él? ¿Vio cómo un dragón abrasó viva a la gente de su aldea, delante de sus ojos? ¿O tuvo que presenciar cómo un villano le reventaba el cráneo a mazazos a su mejor amigo de la infancia?... ¡Quiero saber más! ¡Necesito saber qué tragedia le ocurrió a este personaje!

    "[...] sin ni siquiera haber desayunado."
    ¿Qué...? ¿Cómo?... ¿...qué c0j;0nes?...

    Parece un pijo tratanto de dramatizar su historia... Ahora sólo puedo imaginar que la tragedia ocurrida a sus 13 años que le hizo "perder su alma", fue descubrir que la ropa de marca que le regalaban era realmente de AliExpress... O que pensaba que su padre era piloto de aviones y realmente era azafato de vuelo...

    Lo único que puede salvar al personaje ya es que toda la historia esté repleta de humor negro, y que ese haya sido una muestra más, porque el personaje sea el típico truhán, bufón, etc (como el prota de GUARDIANES DE LA GALAXIA).
    Porque como traten de vendérmelo como un personaje trágico, recio y maduro.... el personaje ya está arruinado y se me quitan las ganas de seguir leyendo.

    "Sufrí una gran tragedia... ¿y te puedes crer que aún ni había desayunado?"
    "Empecé a trabajar como minero a los 13 años, metiéndome por recovecos apretados, cargando capazos de carbón, sin apenas aire que respirar.... Y lo peor es que el día que empecé a trabajar, ni me había tomado el Cola Cao macho... Cómo lloré ese día, jópelines".

    Así suena....

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    Respuestas
    1. Wow! Si que te ha dado una frase para comentar. En fin, la verdad que te invito a leer los tres primeros capítulos (los puedes leer en la muestra de Amazon) por qué vas algo desacertado… aunque entiendo tu razonamiento fuera de contexto (lo del minero me ha hecho gracia) y es verdad que es parte de su humor negro.

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