Greta Mustieles
Ediciones El Transbordador
¿Una novela corta de fantasía épica autocontenida? No, tus ojos no te engañan, porque así es El velo, la primera obra de Greta Mustieles que ha publicado Ediciones El Transbordador en esta nueva andadura editorial. Una novela corta, con ciertos aires a la serie animada de Castlevania, que vertebra una historia contenida y deja la sensación final de haber vivido una pequeña gran aventura dentro de un mundo inmenso. El velo me recuerda a esos primeros encuentros que tuve con Aranzazu Serrano y su Neimhaim, o Ferran Varela con La danza del Gohut o El arcano y el jilguero: la impresión de que Greta Mustieles ha nacido para escribir fantasía épica y vamos a leer muchas historias suyas en el futuro. Seres de otra dimensión, magia ancestral ejecutada por conjuros, dioses que se entremezclan en asuntos mundanos y personajes que son arquetipos reconstruidos desde sus cimientos. Un todo de lo más completo, redondeado en menos de doscientas páginas, que suponen una aventura original y una primera publicación de lo más interesante.
Bienvenidos a La Desolación
El mundo esta cambiando. El mundo esta al límite. Desde que se inicio La Desolación, todo es muerte y destrucción alrededor. Los róvegars, las bestias-lobos con garras que sirven al caos, alimentan el velo con cada muerte y sitúan a la humanidad cada día más cerca de su extinción. Sin embargo, los hados han querido que tres personas unan su ventura para intentar salvar el mundo: Sidaya, superviviente del horror de Uhda y protectora del velo; Hadine, una maga de Verdaga exiliada del reino, y Évelar, un sacerdote con visiones del futuro y cierta conexión con los dioses. Los tres unirán sus destinos en un viaje, tanto externo como interno, que estará rodeado de peligros e intrigas donde cada uno de los tres protagonistas llegará hasta su límite físico y emocional.
Dice Antonio Torrubia en el prólogo de El velo que «Un leve infodump y estaba dentro». No podría estar más de acuerdo con tal afirmación. La maravilla de El velo reside, aparte de en su pequeña extensión, en la escritura de Greta Mustieles. La autora sabe presentar su escenario, atractivo, medieval y perturbador a partes iguales, con apenas dos pinceladas. Y eso, se agradece. Una escena de inicio, que no es más que una sangrienta batalla, y ya estamos prácticamente dentro. Después, la voz de cada uno de los tres protagonistas va cimentando el universo al completo, y una vez finalizada la novela, uno solo puede querer saber más sobre este mundo. Sin embargo, El velo da la sensación de haber vivido una aventura al completo en todo momento, pero una pequeña que podría formar parte de un todo mayor, dado que el tablero de juego rolero se siente amplio y de una rica imaginación. Los reinos, criaturas, magia o estamentos se sienten diferenciados y verosímiles, creando un lore que espero poder explorar en el futuro.
Ilustración de Sypha por denimcatfish
Tablero roleroDice Antonio Torrubia en el prólogo de El velo que «Un leve infodump y estaba dentro». No podría estar más de acuerdo con tal afirmación. La maravilla de El velo reside, aparte de en su pequeña extensión, en la escritura de Greta Mustieles. La autora sabe presentar su escenario, atractivo, medieval y perturbador a partes iguales, con apenas dos pinceladas. Y eso, se agradece. Una escena de inicio, que no es más que una sangrienta batalla, y ya estamos prácticamente dentro. Después, la voz de cada uno de los tres protagonistas va cimentando el universo al completo, y una vez finalizada la novela, uno solo puede querer saber más sobre este mundo. Sin embargo, El velo da la sensación de haber vivido una aventura al completo en todo momento, pero una pequeña que podría formar parte de un todo mayor, dado que el tablero de juego rolero se siente amplio y de una rica imaginación. Los reinos, criaturas, magia o estamentos se sienten diferenciados y verosímiles, creando un lore que espero poder explorar en el futuro.
Arquetipos aderezados
La maga. El sacerdote. El devoto. Cada uno de los personajes de El velo nace de un arquetipo que seguramente conoces, pero con el paso de las páginas, son modernizados y naturalizados de forma orgánica. Enfrentados a la lucha contra el fin del mundo, la novela corta se focaliza en sus tres personajes y los enfrenta a sus propios fantasmas del pasado. Tres hilos bien focalizados que se van alternando y entretejiendo con el paso de las páginas, que además de ser el arma con el que Greta presenta los mimbres que configuran parte de su universo, funcionan como palanca emocional y motivacional para el lector. Uno se encuentra atenazado durante los últimos compases de la novela gracias a estar plenamente en sintonía con las motivaciones de Sidaya, Hadine y Évelar, así como el destino de su mundo. Un final emocionante, repleto de nuevas posibilidades para su universo, pero que cierra los arcos de desarrollo de cada uno de sus tres personajes.
Diversidad y acción
Si bien antes mencionaba que el mundo de El velo se construye a través de sus personajes, algo interesante que nos deja entrever es la de una especie de matriarcado gobernante, en el que las mujeres dirigen naciones, comandan ejércitos sin pestañear y ostentan el poder en otros estamentos, sin tener que ser el soporte de cualquier figura masculina de poder. Esto, que puede parecer más curioso que otra cosa dentro de la fantasía épica, Greta Mustieles lo presenta de forma nativa desde una escena de apertura que es pura acción como deje entrever su fascinante portada, aunque no es la única que contiene la novela corta. El mundo de El velo esta repleto de diversidad e ideas interesantes aportadas con tan solo este primer vistazo, y solo deseo, de puro corazón, que las podemos explorar de nuevo en un futuro no muy lejano como dice este tweet.
La maga. El sacerdote. El devoto. Cada uno de los personajes de El velo nace de un arquetipo que seguramente conoces, pero con el paso de las páginas, son modernizados y naturalizados de forma orgánica. Enfrentados a la lucha contra el fin del mundo, la novela corta se focaliza en sus tres personajes y los enfrenta a sus propios fantasmas del pasado. Tres hilos bien focalizados que se van alternando y entretejiendo con el paso de las páginas, que además de ser el arma con el que Greta presenta los mimbres que configuran parte de su universo, funcionan como palanca emocional y motivacional para el lector. Uno se encuentra atenazado durante los últimos compases de la novela gracias a estar plenamente en sintonía con las motivaciones de Sidaya, Hadine y Évelar, así como el destino de su mundo. Un final emocionante, repleto de nuevas posibilidades para su universo, pero que cierra los arcos de desarrollo de cada uno de sus tres personajes.
Maravilloso arte de portada de Amelia Sales
Diversidad y acción
Si bien antes mencionaba que el mundo de El velo se construye a través de sus personajes, algo interesante que nos deja entrever es la de una especie de matriarcado gobernante, en el que las mujeres dirigen naciones, comandan ejércitos sin pestañear y ostentan el poder en otros estamentos, sin tener que ser el soporte de cualquier figura masculina de poder. Esto, que puede parecer más curioso que otra cosa dentro de la fantasía épica, Greta Mustieles lo presenta de forma nativa desde una escena de apertura que es pura acción como deje entrever su fascinante portada, aunque no es la única que contiene la novela corta. El mundo de El velo esta repleto de diversidad e ideas interesantes aportadas con tan solo este primer vistazo, y solo deseo, de puro corazón, que las podemos explorar de nuevo en un futuro no muy lejano como dice este tweet.
Otras reseñas de interés:
Comentarios
Publicar un comentario
Lo primero de todo, GRACIAS por comentarme, asi me haces un poco más feliz. Lo segundo, si vas a comentar espero que sea desde el respeto a los demás y con este blog.
Gracias por tu comentario y visitarme :)