La orden de los mimos, de Samantha Shannon

La orden de los mimos
Samantha Shannon (trad. de Jorge Rizzo)
Roca Editorial
Rústica / digital | 400 páginas | 19,90€ / 6,99€



Quién dijo que segunda partes no son buenas, a veces creo que estaría mejor callado. Las dudas con la segunda entrega de La era de huesos se pasan tras los primeros compases, que arrancan inmediatamente tras el coitus interruptus que supone el final de la primera entrega. Sin embargo, Samantha Shannon tiene la habilidad en esas primeras páginas de llevarte de la mano de forma firme por estos momentos inmediatos tras La era de huesos. Si tenías dudas tras ese desasosegante final con el que cerraba La era de huesos o cierta incertidumbre sobre como Samantha sería capaz de continuar la historia durante los siete libros proyectados para la saga, con La orden de los mimos es capaz de expandir su mundo hasta límites insospechados y dejar la sensación en el lector de que aún queda mucho por contar.

Bienvenidos a Scion Londres
Si bien en La era de huesos casi todo lo que vivimos de este Londres de 2059 fue a modo de flashbacks, el inicio de La orden de los mimos nos traslada directamente a esa Scion Londres para convertirla en su escenario. Tras huir de la prisión penitenciaria de Sheol I, Paige Mahoney se convierte en la vidente forajida más buscada de la tierra. Así, los primeros compases de esta segunda entrega nos trasladan directos a los lugares más recónditos de los distritos de las Cohortes londinenses, donde mimetocapos y damas gobiernan los suburbios y las calles a su antojo y sin ley.

Fragmento de la portada original

La segunda novela de La era de huesos se convierte, a ojos del lector, en un nuevo y rico universo, que recoge los detalles y poderes explicados en la anterior entrega, pero situados en un novedoso y atractivo tablero de juego. Un escenario de pura fantasía urbana repleto de callejuelas y lugares turbios que recoge el espíritu de las novelas de mafiosos, las bandas callejeras y el contrabando. Un thriller policíaco de fantasía urbana que se va construyendo poco a poco, cimentado sobre todo en las decisiones de Paige tras los eventos y revelaciones de La era de huesos, y que nos llevan hacia un épico final.

Mientras Paige esta desesperada por alcanzar la seguridad del inframundo londinense, pese a las pocas probabilidades que le deja la despiadada líder refaita Nashira Sargas, se encuentra con que la situación en los distritos de la cohorte es aún peor. Varios secretos y revelaciones se acumulan a la espalda, desde Seven Dials hasta Grub Street y pasando por las catacumbas secretas de Camden. Secretos que desencadenarán un cambio social y de poder, para bien o para mal, que afectara a todos los habitantes de Scion Londres.

Distopía con tintes victorianos
Si bien Samantha Shannon nos sitúa en esta distópica Londres, donde existen personas que tienen diferentes poderes clarividentes extraídos del éter, es en esta segunda entrega donde podemos apreciar de donde la autora extrae alguna de sus bases. Y es que son varios los detalles históricos, sobre todo de Londres, que parecen sacados de la historia de la ciudad en el siglo XIX, pese a que nos situemos en el año 2059. La misma jerga utilizada por las bandas de los clarividentes, ya nos indican su origen ya que fueron utilizadas en el mundo criminal de los bajos fondos londinenses del siglo XIX.

Fanart de mochis-mullet

Más allá, tenemos incluso la existencia de esos panfletos que parecen sacados de los originarios Penny Dreadful. Todo es rico en detalles familiares en esta Scion Londres, convirtiendo la experiencia de lectura en algo inmersivo e interesante, que recuerdan también en todo momento a esa revolución de los oprimidos que se vivió durante la época victoriana. La esperanza es la esencia de la revolución. Sin ella, no somos más que ceniza que espera que el viento la arrastre dice la propia Paige Mahoney en las páginas de La orden de los mimos. Una esperanza y una revolución que comienzan justo aquí.

Slow Burn Love
¿Recordáis esa trama romántica que no parecía encajar del todo en La era de huesos? Bueno, me como mis palabras, por que Samantha ha sabido en La orden de los mimos dar a ese romance un alma tentadora, construyendo una historia de amor a combustión lenta que nunca se apodera de la historia y funciona parejo a toda la trama de esta segunda entrega. Un romance que, pese a ser un clásico de amor prohibido, consigue conmover y agregar cierta tensión extra a la historia sin caer en el dramatismo ni enfocarse en ello. Así, esta secuela nos deja sentir, también a combustión lenta, el mundo corrupto de Scion Londres cuando atisbamos un gran conflicto asomar la cabeza en el horizonte. Un conflicto, como dije más arriba, que cambiará las tornas para siempre. Y más, tras esa frase final de infarto.

Otras reseñas de interés:
Andrea (La libredrea)

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