El único indio bueno, de Stephen Graham Jones

El único indio bueno
Stephen Graham Jones (Trad. de Manuel de los Reyes)
La Biblioteca de Carfax
Rústica | 384 páginas | 22,75€


La venganza es un plato que se sirve frío, decía Las amistades peligrosas, la famosa novela epistolar de Pierre Choderlos de Laclos escrita en el siglo XVIII. Un tropo que ha sido motor de incontables novelas, series y películas, pero que funciona a la perfección cuando es construido con mimo y maestría. Stephen Graham Jones, escritor de ficción especulativa y criminal, nos lleva hasta su propio terreno como nativo americano pies negros en una historia de pura venganza, ganadora del Premio Bram Stoker en 2021, que se cobra nada menos que diez años en ser ejecutada.

Cuando eran unos jóvenes alocados, cuatro amigos nativos americanos fueron a cazar unos días antes de la noche de Acción de Gracias. Una noche, oscura y nevada, decidieron saltarse las reglas y entrar en el terreno reservado de caza para los ancianos de la tribu. Allí, encontraron una manada de ciervos al pie de la colina. La masacre estaba asegurada. Muchos ciervos cayeron aquella noche. Tras la batida de balas, nueve cadáveres cubrían el suelo. Sin embargo, el animal que tanto le costo matar a Lewis, tenia una cría viva dentro. Casi una década después de aquella masacre, lo sucedido aquella noche, persigue a cada uno de los cuatro amigos.


Construcción dominó
El único indio bueno se estructura en un brutal prólogo y tres secciones más que se leen como novelas cortas unidas en esencia. Y es que, aunque cada parte comparte el vinculo de la aciaga noche y amistad 10 años atrás, cada una de ellas está enfocada en uno de los cuatro amigos. Así, una historia detrás de otra, cada sección va golpeando como fichas de dominó cayendo, formando en su cascada un cuadro de terror atmosférico unido. Lo que comienza como una posible alucinación, se va materializando con el paso de las partes, hasta un clímax final en el que la bestia ya es otra.

La vida del indígena americano
Más que una novela de terror, El único indio bueno es una especie de estudio de personajes, anclados en un pasado maldito y la paranoia, con la que Stephen Graham Jones trata de acercar una realidad que nos resulta prácticamente ajena. Y es que, aunque la inquietud y los escalofríos asoman por las páginas, son más los detalles sobre lo que significa ser indígena los que dan más valor a la novela. Cada sección trata de iluminar la vida de los nativos americanos, vista desde adentro, ofreciendo información tanto sobre antiguas tradiciones como de su vida moderna. El autor nos saca de los estereotipos inculcados y perpetuados por la cultura popular, profundizando en lo que es ser un pies negros en los EE.UU actuales.

Cubierta en Subterranean Press

Venganza e identidad
El único indio bueno es una inquietante novela sobre la venganza y el dolor anclada en una narrativa sobre la identidad y el precio por romper las tradiciones. Desde las reflexiones introspectivas hasta los destellos de acción violenta que se desatan, teñido por un aura sobrenatural, Stephen Graham Jones nos cuenta la historia como si fuera una narración en persona, con cierta chispa e irreverencia, pero tejiendo un solido terror ambiental que funciona mucho mejor en su primera parte que en las dos restantes. Y es que la novela brilla cuando intriga, cuando es misteriosa y reflexiona sobre la identidad como en su primera parte, más que cuando explica y pasa a la acción vengativa, como es en las dos restantes.

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