Normalizar la existencia de las personas no binarias y empezar a crear representación positiva de dicha comunidad. No son palabras mías (aunque las comparto en su totalidad), si no del fantástico y reflexivo postfacio de Ártemis López que acompaña a Las mareas negras del cielo. Con esta novela corta se estrenado Duermevela Ediciones en el sector editorial, una fabulosa y premiada historia de Neon Yang enmarcada dentro de la corriente silkpunk (La gracia de los reyes). Viajemos hasta Ea y su Protectorado, donde conoceremos a dos hermanes gemeles concebides para saldar una deuda de sangre con el Gran Monasterio.
Esta es la historia de Akeha y
Mokoya. Esta es una historia de rebelión. Esta, es una historia de búsqueda de
la propia identidad. Mokoya, bendecide con los dones de profeta debe lidiar con
el férreo control materno, mientras su gemele Akeha, ignorade por todes, debe
encontrar su lugar en el mundo. Al mismo tiempo, una rebelión se está gestando
en las sombras. Una rebelión que sacará a relucir los vínculos fraguados
durante sus primeros años de vida.
Viñetas en el tiempo
Esta primera entrega -de cuatro-
de la saga del Tensorado sigue una trama bastante sencilla, aunando elementos
fantásticos de tintes asiáticos con una exploración de diferentes conceptos de género a
través de sus personajes. Neon Yang cubre, en apenas 200 páginas, desde el
nacimiento de los personajes principales hasta llegar a su treintena. Lo hace a
través de viñetas en el tiempo: momentos importantes en sus vidas y escenas
elegidas por la sustancialidad en su trayectoria vital. Son representaciones de
instantes que permiten entender a los personajes, incluso aunque nos falten años
de por medio, entrelazando un arco político con otro personal sin caer en los
típicos tropos vengativos paternofiliales.
Esa, junto con el buen equilibrio
entre ideas originales de su mundo y tropos de la fantasía, son su baza
ganadora. El lector se ve inmerso en los personajes y el mundo construido por
Neon Yang, que toma forma sin explicaciones ni exposiciones. Aquí no hay mucho del famoso infodump.
Es una sensación extraña, que hace sentir a toda Ea como un mundo que ya conocemos,
pero a la vez, nos obliga a rellenar los espacios en blanco a cada lector. Sin
embargo, lo digo desde ya, en ningún momento necesite echar mano del glosario
que existe al final del volumen. Como ocurría con La quinta estación de
N. K. Jemisin, Yang muestra una habilidad pasmosa para mantener el ritmo
narrativo y dar contexto a su universo sin detenerse en una explicación tras
otra.
Explorando el género
Quizá lo que más llame la atención a cualquiera que se acerque a Las mareas negras del cielo sea el uso del neutro. Le traductore Carla Bataller hace un laborioso trabajo para ofrecer la experiencia completa propuesta por Neon Yang. Le autore construye una sociedad donde la elección explicita de género y su confirmación quirúrgica es cosa de cada uno, cuando llega el momento. Puede ser en su juventud, más tarde, o simplemente, no hacerlo nunca. Neon Yang incluye mujeres, hombres, y personas que no son ni lo uno ni lo otro.
Aunque advertidos por una nota, puede ser que la estrategia lingüística llame un tanto la atención en los primeros compases. Sin embargo, pronto el lector se sitúa en el contexto. Es más, incluso aprende. Las mareas negras del cielo hace un tratamiento del género y la sexualidad ejemplar, donde presenta a la sociedad que el genero es una opción para cada uno de nosotres. Las mareas negras del cielo es en este aspecto una exploración profunda del género, reforzada por el postfacio de Ártemis López, que tiene un efecto normalizador y didáctico de lo más necesario en nuestra sociedad actual.
A este ya le tenía echado el ojo ;-) Lo del lenguaje neutro choca un poco al principio, me pasó con Estellar, de Sanderson, pero es solo al principio :-)
ResponderEliminarTengo que hacerle hueco a tu nueva recomendación ;-)
Un abrazo grande.
Exactamente lo que dices, dos capítulos tras comenzar y para nada llamaba ya mi atención, salvo en contadas ocasiones. Espero que lo disfrutes tanto como yo :)
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer los nuevos títulos de esta editorial, así que creo que me haré con ellos en cuanto pueda.
Un abrazo
Los dos me han gustado por igual, así que espero que los puedas disfrutar tanto como yo :)
EliminarFijate que a mi lo de usar lenguaje no binario no me resultó tan chocante. Pensé que me iba a sorprender mucho más y no, la verdad, me sorprende que no me sorprenda, eso si. No se si es porque está asi en el original o si el buen hacer de Carla traduciendo pero el lenguaje inclusivo me ha resultado lo más natural del mundo. En realidad las dos cosas que le diria a le autore es 1) que frene un poquito la velocidad narrativa y 2) que le meta más velocirraptores
ResponderEliminarLo de la velocidad también lo espero, aunque el modo momentos de una vida me gusta. Velocirraptores a cascoporro si, gracias, por favor :)
EliminarLa obra me atraía hasta que vi lo del lenguaje inclusivo. Lo siento, pero no es para mí. Creo que se puede explorar el tema sin necesidad de artificios así, como hizo por ejemplo Ursula K. Leguin en La Mano Izquierda de la Oscuridad. A quien le guste el tema, adelante, pero no es mi caso. Es mi opinión
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