Una de las primeras reseñas que leí hace tiempo sobre
Casa de hojas decía: «Es un libro que trata sobre un
libro que trata sobre una película que trata sobre una casa que es un
laberinto. Es, en resumen, un libro que es un laberinto.» Visto así, debo
admitir que Casa de hojas puede verse desde fuera como una novela densa,
inabarcable e incomprensible para el lector. Quizás lo sea, no voy a decir yo
que no. Sin embargo, lo que Mark Z. Danielewski creo hace ya casi 20 años es, ante
todo, una experiencia. Un artefacto -porque no se me ocurre mejor palabra-
desconcertante, que busca llevar un paso más allá las posibilidades del medio y
alejarse de los aspectos más formales de la literatura contemporánea.
El expediente Navidson, Zampanò,
Johnny Truant y mucho más
Quizá lo más ‘sencillo’ de todo
sea empezar por contar de que va Casa de hojas. En 1963 se publica un
documental que lleva por título El expediente Navidson. Grabado y
montado por el famoso fotoperiodista Will Navidson, es la crónica de una casa
que parece ser más grande por dentro que por fuera. Una casa que alberga
pasillos oscuros, salas interminables y escalinatas infinitas. Dicho documental
es analizado en un pormenorizado y detallado estudio académico por un misterioso anciano
llamado Zampanò. Y dicho ensayo, es encontrado, rescatado y transcrito, tras una
aciaga noche, por un tatuador de Los Ángeles llamado Johnny Truant. Sin embargo,
a su vez, este texto es anotado y editado por unos editores anónimos.
De esta forma, Casa de hojas
se confecciona como un artefacto narrativo compuesto de dos voces principales:
la académica y erudita de Zampanò, que relatan lo ocurrido en la casa Navidson frente
a las peripecias y divagaciones de Truant, que se balancean y equilibran -aunque
no del todo- mientras intercambian los roles tradicionales de la narración. Sin embargo, no están solos. Son complementados de forma esporádica por esos editores anónimos, una mano
más que trastoca los códigos habituales de edición y narración. Y aunque la historia de
Navidson es mucho más interesante que la de Truant, ambas se necesitan, se
complementan y a la vez, pueden leerse por separado. Si, lo sé, suena raro.
Literatura ergódica y multisecuencialidad
Probablemente, el aspecto más
remarcado y conocido de Casa de hojas sea su maquetación extraña y la forma de
plantear la historia. Y es que Danielewski traza un camino repleto de historias
dentro de historias, de notas al pie tan inventadas como verdaderas, de saltos cronológicos, de apéndices que cambian
la historia y metareferencias que se rozan con la punta de los dedos. Casa
de hojas huye de la linealidad en todo momento, presenta la fragmentación como arma
operística y la multisecuencialidad como forma de orden en su espectacular narrativa.
Es, por tanto, una obra que exige
cierto esfuerzo. Es una novela que exige una lectura activa, y ya no solo por
comprender y unir las líneas narrativas. Es activa en cuanto a que también
requiere cierto esfuerzo físico, que nos lleva desde girar el libro hasta utilizar un espejo
para leer palabras impresas al revés, o incluso reconstruir una carta codificada.
Danielewski desautomatiza la lectura, traza varios caminos para el lector y
confía a cada uno de nosotros un perverso y excitante juego entre forma y contenido.
La novela experiencia
La gran genialidad de este
monstruo novelístico esta en como juega con nosotros. Aunque, a primera vista,
la maquetación y disposición del texto pueda parecer un simple adorno
llamativo, nada es fortuito. Cada página está diseñada a propósito para
conseguir ser leídas como Danielewski se ha propuesto. Puede parecer que no,
pero lo hace. Te acelera cuando quiere, genera tensión y misterio cuando se lo
propone y te intriga, cuando la ocasión lo requiere. Y lo hace con esa extraña
maquetación, con la inclusión de ciertos colores, fuentes y una cantidad
exacerbada de variables con las que juega una y otra vez. Espacio físico y
espacio literario se unen en nuestra mente creando una sensación prácticamente
indescriptible. Una sensación que solo podrá reconocer todo aquel que lo haya
leído.
¿Una historia de miedo o de amor?
Y es que uno, tras cerrar -satisfactoriamente- Casa de hojas, se detiene a pensar una y otra vez que es lo que el ambicioso artefacto narrativo de Mark Z. Danielewski nos ha querido contar. Por supuesto, es una historia de terror con su casa ‘encantada’, nadie lo duda. Es una novela que trata de ser una película, podríamos decir también. Es una locura, pero de las buenas, digna de un genio que homenajea muchas tradiciones narrativas. O quizás, una broma. Un juego. También, es una historia de redención y amor. Está última, incluso reforzada por Danielewski en alguna entrevista. La verdad, no lo sé a ciencia cierta. Todas las opciones podrían ser correctas, y a la vez no. Por que Casa de hojas es como el famoso grabado de M. C. Escher: una escalera infinita.
¡Hoooola!
ResponderEliminarMadre mía la verdad es que intimida un poco así explicado: descodificar, utilizar espejos, diferentes líneas narrativas... pero tiene que ser una experiencia única.
De hecho, uno de mis retos este año es animarme con el género del terror y desde luego Casa de hojas promete ser diferente a todo lo que he leído antes así que igual me animo ;D
¡besos!
Es un libro que no deja indiferente. Una lectura fascinante, diferente y experimental. Ojalá la disfrutes :)
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarHabía oído hablar de esta novela hace tiempo, y la añadí a mi lista de deseos, pero, con el tiempo, la dejé abandonada.
Vamos, que con tu pedazo de reseña solo has conseguido que tenga aún más ganas de leerla. Pinta genial.
¡Un saludo!
Espero que la disfrutes tanto como yo :)
EliminarHola, Mangrii:
ResponderEliminarLa tengo pendiente. Me da un poco de pereza, por eso que comentas de que puede ser densa en alguna parte (ya lo vi en otras opiniones), pero también le tengo muchas ganas, así que solo está esperando el momento idóneo :-)
Un beso y gracias por tu pedazo de reseña :-)
¡Gracias por tus palabras! Ojo, esto no es un libro, es una experiencia. Espero que la disfrutes, cuando gustes, tanto como yo :)
EliminarSólo he leído un libro del autor y me encantó por cómo estaba propuesto, así que este lo leería sin pensarlo dos veces.
ResponderEliminarBesotes
Tengo en lo alto de mi wishlist el otro libro que tiene traducido al castellano. Ganazas :)
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