Y como cada año, el último día de todos, llega la segunda y última entrega de este especial anual que ya se ha convertido en toda una tradición por aquí. Espero que lo disfrutéis. Feliz año y gracias, una vez más, por estar siempre detrás de esa pantalla apoyando este pequeño y humilde espacio. Ahora, os dejo con el resto de participantes.
Santiago Soláns (a.k.a.
Sagacomic) – Referente, un clásico entre los clásicos.
La primera novela elegida, sin
que el orden sea indicativo de un podio, es La conjura de Aramat. La nueva
trilogía de Victoria Álvarez, esta vez abrazando de manera decidida la fantasía
que tan bien había ido bordeado, o evitando, en libros anteriores de su
carrera, no puede empezar mejor. Dando rienda suelta a sus referentes
favoritos, desde la fantasía arábiga de Las mil y una noches al encanto
evocador del Lejano Oriente pasando por la brumosa decadencia victoriana
británica, todo ello es tamizado por el buen hacer de la autora para subcrear
un mundo tan sugerente como complejo y repleto de detalles que hacen muy fácil
la inmersión del lector en lo narrado. El comienzo parece que va a llevar por
los caminos de los retelling tan en boga actualmente, pero los derroteros de la
acción pronto dan indicaciones de que no van a ir por ahí los tiros, aunque se
puedan rastrear muchas referencias curiosas a esas historias ya conocidas,
modificadas de forma ingeniosa para hacerlas encajar en la historia. Magias
exóticas, ingenios mecánicos, autómatas, naves voladoras, conspiraciones e
intrigas políticas, pecados del pasado, romances que florecen en el peor
momento posible, conjuras, traiciones y equívocos —mira que le gusta a la
autora jugar con los autoengaños involuntarios de sus protagonistas—, piratas
aéreos, culturas fascinantes, mucha aventura…, y una guerra en el horizonte.
Todo un mundo por descubrir que empieza aquí.
La segunda es El cielo de medianoche, de Lily Brooks-Dalton, una novela sobre la soledad, y sobre las rutinas y los
mecanismos mentales que permiten sobrevivir en circunstancias de lo más
adversas. Brooks-Dalton, con profunda sensibilidad, habla del corazón humano,
de lo que impulsa a seguir adelante, de amor familiar, compañerismo, ausencia,
arrepentimiento y perseverancia, de esperanza y desesperanza, de tristeza y de
resiliencia, mediante una historia hermosa de superación y pervivencia, de
conexión humana. Una historia melancólica e introspectiva imposible de encajar
en las estanterías de los géneros, imbuida de un palpable realismo al tiempo
que se sumerge en una atmósfera de terrible fin del mundo. La autora utiliza
algunos de los elementos y recursos de la ciencia ficción de futuro cercano
para ofrecer un relato casi poético sobre personas y sentimientos: La pérdida,
la soledad, el auto examen, el arrepentimiento, la resistencia. Intimista sin
perder un ápice de emoción por ello. Y con un mensaje optimista a pesar de las
circunstancias.
La tercera de mis elegidas es Un poco de odio, la novela que inaugura la nueva trilogía de Joe Abercrombie, La
Era de la Locura. Resulta llamativo cómo en la última etapa de libros del
Mundodisco Sir Terry Pratchett se encontraba encaminando decididamente a la
sociedad de Ankh-Morpork, y por ende de todo su planisferio, hacia una
incipiente era de la industrialización y el comercio: bancos, trenes,
telégrafos —o algo similar—, prensa, fábricas... Por desgracia nunca sabremos
cómo hubiera desarrollado todo ello en la evolución del Mundodisco y qué
hubiera sido de sus personajes. Curiosamente, Abrecrombie introduce en esta
novela su Círculo del Mundo, y a los hijos de algunos de los más destacados
personajes de obras anteriores, en una hedionda Revolución Industrial que pone
patas arriba todo el status quo tan duramente conseguido. Llegados al inicio de
la segunda parte al lector le salta a los ojos una cita de Pratchett: «El
progreso solo significa que las cosas malas suceden más deprisa». No es de
extrañar, pues ambos autores, uno desde el humor y la sátira y el otro desde la
violencia y, sí, la sátira, tratan los mismos temas, así que el homenaje está
más que justificado. La injusticia social y laboral, las diferencias de clases,
los abusos de poder, el amor enfermizo al dinero y sus consecuencias para
terceros, el uso de la violencia y las víctimas inocentes, el fin de la magia…
Si es cierto que la forma de contarlo es radicalmente diferente, el mensaje
final no difiere tanto en realidad. ¿Escapismo? A otro lobo con ese cuento. La
Era de la locura ha comenzado y va a ser tan convulsa como todas las
anteriores. Es hora de volver al barro.
Elfo Solitario – El tramposo de
la entrada
Jonathan Strange y el Señor Norrel, de Susanna Clarke: Con tintes de ucronía y hechuras de novela victoriana,
la historia está ambientada a principios del siglo XIX. La magia ha
desaparecido de Inglaterra. ¿Toda? No, porque el señor Norrel está ahí para
resucitarla y limpiar su buen nombre. Es el punto de partida de la novela que a
Clarke se le ocurrió allá por 1993 en Bilbao. Tardó diez años en escribirla, se
publicó en 2004 y vendió más de 4 millones de ejemplares ese año. De remate,
hizo doblete al ganar el Hugo y el Premio Mundial de Fantasía. Clarke
desaparecería de la escena literaria tras alumbrar Jonathan Strange y el señor
Norrel (adaptada en serie por la BBC en 2015) hasta la publicación de su
segunda novela, Piranesi, el pasado mes de septiembre. Estamos ante una novela
de Fantasía con mayúsculas. Con un minucioso trabajo previo de ambientación en
los usos, costumbres y tradiciones de la época que se respira en cada página y
dota a la historia de una bellísima credibilidad. Me encantan las notas a pie
de página que ahondan en ese mundo haciéndolo todavía más real. La fina ironía
y los toques de humor completan un cuadro magnífico que requiere paciencia y atención
para disfrutarlo al máximo.
El Buscón en las Indias, de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido: En segundo lugar, se coloca esta maravilla
publicada por Norma Editorial, uno de los mejores cómics que he leído. La
segunda parte de la 'Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos' que
Quevedo nunca escribió, pero a buen seguro se sentiría orgulloso. Tiene un
guion sobresaliente y un dibujo cum laude. Ambos, guion y dibujo, te hacen
viajar al Siglo de Oro a través de sus páginas. Y así conoceremos qué pasó con
don Pablos después de embarcarse rumbo a las Indias, justo en el punto donde
acababa el libro de Quevedo. Allí, el pícaro por excelencia se enfrenta a su
mayor reto. No diré más, sólo que no dejéis de echarle el guante a esta
fantástica novela gráfica, galardonada con el Premio Zona Cómic al mejor cómic
nacional de 2019
Un poco de odio, de Joe
Abercrombie: Y como es tradición en estos especiales de fin de año, en mi
número tres llegan los bonus-track. Joe Abercrombie lo volvió a hacer. Regresó
por sus fueros y a lo grande con una novela redonda, trepidante, con una buena
carga de crítica social y política. Con su estilo de siempre, descarnado,
irónico y satírico. En un mundo que ya conocemos pero que está en plena
transformación, donde lo viejo agoniza y lo nuevo se abre paso sin remedio.
La mala mujer, de Marc Pastor: Menudo viaje nos da Marc Pastor por la Barcelona de principios de siglo 20, recreada a la perfección, y por el horror y la oscuridad del ser humano. Los toques fantásticos y de terror hacen brillar la parte noir más clásica. El autor hace suyo uno de los capítulos más escabrosos en la crónica negra de Barcelona. El de Enriqueta Martí, apodada la vampira del Raval, que pasó a la historia como secuestradora, proxeneta de niños y asesina en serie.
Subsolar, de Emilio Bueso: La conclusión de la trilogía Los ojos bizcos del sol mantiene el mismo esquema que sus predecesoras: capítulos cortos, diálogos chispeantes, momentos trepidantes y las situaciones absurdas se suceden mientras todo ese mundo termina de desplegarse en su verdadera dimensión. Asistimos a una traca final de especies, sistemas sociales, paisajes y ciudades.
Consuelo Abellán - La dueña de
ConsuLeo
Exhalación, de Ted Chiang (Sexto
Piso, 2020): No es ningún secreto que Ted Chiang es un maestro del relato de
ciencia ficción. Es un autor que se prodiga muy poco. Aunque sus cuentos van
apareciendo en diversas revistas –incluso
en la prestigiosa Nature, la revista científica– solo ha publicado dos
libros entre 2002 y 2020. Exhalación y La historia de tu vida (Alamut 2004,
2015, 2019), ambas recopilaciones de relatos. Chiang publica poco, pero cuando
lo hace nos ofrece auténticas obras maestras. Da la sensación de que trabaja
cada texto para pulirlo hasta dejarlo perfecto, sin importar el tiempo que
pueda llevarle. Y el resultado es evidente: combina como pocos el rigor
científico, el dominio del lenguaje y una capacidad asombrosa para transmitir
ideas y sentimientos a través de sus historias. Por todo esto, no podía dejar
de incluir Exhalación entre mis mejores lecturas de 2020, aun sabiendo que
probablemente coincida con muchas de las personas que me acompañan en esta
entrada.
Los últimos días de Jack Sparks,
de Jason Arnopp (Obscura Editorial, 2020): Este libro ha sido para mí todo un
descubrimiento. «El descubrimiento» de 2020. No conocía al autor ni había oído
hablar del libro hasta que Obscura lo publicó en castellano. Y va a ser uno de
esos libros que recordaré siempre por los buenos ratos que me hizo pasar.
Aunque en principio es un libro de terror y, como tal, contiene hechos inexplicables,
posibles elementos sobrenaturales y muertes violentas, es al mismo tiempo un
libro muy divertido. Con esto sería suficiente para recordarlo con cariño, pero
lo que me hizo ponerle las cinco estrellas en GoodReads fue el final. Cuando
terminas de leer es cuando te das cuenta del encaje de bolillos que ha tenido
que hacer el autor para contártelo todo sin apenas contarte nada. Un alarde de
narrativa, estructura y planificación.
Cita con Rama, de Arthur C. Clarke
(Edhasa, 2006): Este es un clásico con el que tenía una deuda pendiente desde
hace muchos años. No lo había leído hasta este mismo mes de diciembre y,
sinceramente, debería haberlo hecho mucho antes. Es la historia del primer
contacto de la humanidad con una civilización extraterrestre a través de un
objeto que llega de improviso a nuestro sistema solar y que es todo un misterio
en sí mismo. Derrocha sentido de la maravilla e imaginación por los cuatro
costados y el final, aunque sé que hay opiniones encontradas, a mí me pareció
magnífico. Toda una lección de humildad para el género humano.
Sofia Barker - Mi traductora con
el pelo de colorinchis favorita
My sister’s wings are red (Las
alas de mi hermana son rojas), de Christine Tyler: Christine Tyler tiene muy
pocos relatos publicados, pero es sin duda una de mis escritoras favoritas.
Después de leer Las muertes terribles de Helga Hrafnsdótir, relato que
tuvimos el privilegio de publicar en Las Escritoras de Urras y que será para
siempre uno de mis relatos favoritos, esperaba con ansias una nueva obra suya. My sister’s wings are red no me decepcionó: está repleto de la crueldad y la
ternura entremezcladas que la autora sabe tejer tan bien, y la forma en la que
avanza la trama hasta el climático final deja un regusto a rebelión
tremendamente satisfactorio.
Beneath the rising, de Premee
Mohamed: 2020 ha demolido, hecho arder y después ahogado la poca capacidad
lectora que me quedaba. En total este año he leído 6 novelas, todas entre enero
y marzo, el número más bajo probablemente desde que empecé a leer en la
infancia. Estas cifras son menos deprimentes si miro objetivamente y veo que
esta novela y mi siguiente recomendación fueron lecturas excelentes. Beneath
the rising es una novela de aventuras, terror cósmico, humor y drama intimista
que también reflexiona sobre el racismo y la desigualdad de género; todo esto
incluye Premee Mohamed en su primera novela, así, sin despeinarse. En La Nave
Invisible me dejaron reseñarla a mi gusto; el resumen es que merece muchísimo
la pena. Si lees en inglés, que no se te escape: la novela nació el mismo mes
en que se instauró la pandemia y sería una pena que pasara sin pena ni gloria.
Mexican Gothic, de Silvia Moreno-García: Madre mía, este libro. Mi yo que con diecisiete años se tragó todas las novelas de romance gótico que se trajo mi madre de EE.UU. cuando ella era la adolescente gritó muy fuerte durante toda la lectura de esta novela porque es que es BUENÍSIMA. Incluye todos los tropos clásicos: protagonista rebelde (en este caso es una chica de la clase alta mexicana, arrogante y presumida; acabé adorándola) que llega a una casa aislada (que en este caso, es habitada por una familia de colonos ingleses, supremacistas blancos) para rescatar a su hermana, que está casada con el heredero del pedazo de tierra infecto donde está ubicada la mansión. El toque de romance entre la prota y el hijo menor me tuvo living hasta el final y el terror psicológico (y no tanto, pero esto es spoiler, leed el libro, ya me daréis las gracias) me obligó a seguir leyendo hasta las cuatro de la mañana porque “cómo voy a dejar de leer esto ahora que es de noche y voy a tener pesadillas, hasta que no se resuelva no paro”. Si mi opinión no es suficiente, Mexican Gothic se ha llevado el Goodreads Choice Award a mejor novela de terror. La autora dejó caer que varias de sus obras, incluyendo esta, se traducirán al español, así que igual 2020 no ha sido todo malo. Esperemos que 2021 sea, aunque solo sea un poco, mejor.
The once and future witches,
de Alix E. Harrow: La joven James Juniper Eastwood abandona la casa de su
infancia y parte a buscarse la vida en New Salem, donde antes se habían mudado
sus dos hermanas. Allí se unirá a un grupo de sufragistas y descubrirá el poder
que la familia ha heredado de sus antepasados. ¿O no? The Once and Future
Witches es la segunda novela de Alix E. Harrow flamante ganadora del premio
Hugo a mejor relato por Las guías de la bruja: vías de escape. Compendio práctico de portales a mundos de fantasía (traducido por la infatigable Marcheto)
y cuya primera novela (Las diez mil puertas de Enero se pondrá a la
venta en español el 14 de enero gracias a Roca Editorial).
En mi opinión y después de una
primera novela maravillosa, la autora ha conseguido consagrarse con este
segundo libro y demostrar que tiene las tablas suficientes para convertirse en
una de las referentes del género de los próximos años. Harrow le da otra vuelta
de tuerca al género de las brujas intercalando en la historia temas sociales
como el sufragismo de principios del siglo XX y un trasfondo político que
sorprende y emociona a partes iguales. Todo ello sin dejar de lado la trama y
el ritmo de la novela, que a pesar de tener más de quinientas páginas se lee en
un suspiro. Recomendadísimo y uno de los grandes de 2020, sin duda.
To be taught if fortunate,
de Becky Chambers: Tengo que reconocer que aunque me gustó El largo viaje a un pequeño planeta iracundo, publicado por Insólita Editorial, al mismo tiempo me
faltó eso que todo el mundo achaca a la novela. Un conflicto o un hilo
conductor que llevase la historia por unos derroteros narrativos más típicos de
la literatura que estoy acostumbrado a leer. Y es curioso porque, a pesar de
que To Be Taught If Fortunate es similar en ese sentido, esta novela
corta me ha parecido redonda y de la mejor ciencia ficción que se ha escrito en
los últimos años, ya sea por su extensión por el sentido de la maravilla que
destila por los cuatro costados.
Entre sus páginas se nos
presentará a una tripulación de científicos financiados por la Tierra que se
dedican a explorar el universo y sus maravillas. Descubriremos sus anhelos, sus
problemas, sus relaciones y lo que supone vivir tan alejados de su planeta, uno
que, en caso de que consigan volver, será muy diferente de aquel del que
zarparon. No me cansaré de decirlo: To Be Taught If Fortunate es una de esas
historias que nos recuerdan por qué nos gusta y es tan necesaria la ciencia
ficción en la literatura. Ojalá no tarde en publicarse en español.
The Haunting of Tram Car 015,
de P.Djèli Clark: Una de mis nuevas obsesiones literarias de este 2020 ha sido
P. Djèlí Clark. Desde que leí Las vidas secretas de los nueve dientes de George Washington (también traducido por Marcheto para la revista
SuperSonic), me quedó claro que Clark iba a dar mucho que hablar, y no es para
menos. Tanto The Haunting of Tram Car 015 como A Djinn Dead in Cairo, novela
corta y relato corto respectivamente, transcurren en el mismo mundo, uno que el
autor planea ampliar en 2021 con la novela A Master of Djinn, que ya espero con
ansias.
Ese mundo es una versión alternativa de El Cairo a principios del siglo XX en la que los lugareños han descubierto la magia y conseguido expulsar a los imperialistas británicos. El lugar se ha convertido en una zona mágica en la que ángeles, djinns y guls campan a sus anchas en una ambientación de estilo steampunk. Es aquí donde nuestros protagonistas tendrán que resolver la misteriosa posesión de un tranvía. Sorprende la manera en la que Clark consigue esbozar el mundo en tan pocas páginas y la crítica social que consigue entremezclar en una historia de misterio y fantasía. Tenemos la gran suerte de que la nueva editorial Duermevela ha anunciado su publicación en español en 2021, así que no hay excusas para no leerla el año que viene.
Esteban Betancour: una vez
empieza hablar, su Visión Prospectiva te deja embobado.
En los últimos meses he leído
tres libros excelentes sobre los que, lamentablemente, aún no he tenido tiempo
de escribir en el blog, así que aprovecharé la invitación de Daniel para
comentarlos.
Ciudad nómada, rebaño miseria, de Pablo Loperena: No exagero si digo que la maestría con la que Loperena ha creado su mundo está a la altura de la de José Antonio Cotrina y Paolo Bacigalupi. De hecho, para presentarnos no una, sino dos sociedades interconectadas —con sus respectivas historias y creencias; con claras estructuras sociales, políticas y económicas— ha empleado una técnica que no recuerdo haber leído antes. La llamaré «infodumping inverso» y consiste, básicamente, en explicarle nuestra sociedad a alguien perteneciente su mundo empleando el lenguaje y los símiles propios de su worldbuilding. De ese modo, entendemos la sociedad que ha creado a través del modo en que ese mundo percibe al nuestro. Simplemente brillante.
Su escenario de ciudades móviles
y tribus de desclasados que se nutren de sus despojos —mucho más próximo a la
imaginería futurista de A Walking City, de Archigram, que a la fantasía
steampunk de Máquinas mortales, de Philip Reeve— brilla por sus detalles, por
sus referencias a un pasado mítico que no es otro que nuestro presente y por
sus nada complacientes metáforas de nuestra desigualdad social.
Pero Ciudad nómada, rebaño
miseria es mucho más que su escenario: la historia de venganza que hilvana la
novela —mezclada con un alzamiento contra el sistema que se va revelando de a
poco— me ha atrapado desde las primeras páginas.
Mariposas de acero, de David Olier: En un futuro distante, en una ciudad en la que todos sus habitantes están conectados al Entramado —la inteligencia artificial que los gobierna—, un ingeniero especializado en ordenadores neuronales (las «mariposas» del título) está a punto de convertirse en la pieza clave de la mayor revolución acontecida hasta la fecha.
Partiendo de esa premisa, David
Olier crea un detallado muestrario de las distintas vertientes del cyberpunk.
Desde el animé japonés (sus referencias a Ghost in the Shell abarcan desde
guiños formales hasta la elección del escenario), pasando por los clásicos de
William Gibson (la presentación en segundo plano de los componentes distópicos
de su sociedad, o la presencia invisible, pero omnipresente, de las inteligencias
artificiales) hasta la saga de Matrix (evidente en ciertos detalles estéticos y
en el modo en que maneja la acción).
Dicho esto, es importante aclarar
que Mariposas de acero es mucho más que la suma de sus partes. Partiendo de
esos referentes, Olier construye un universo original y verosímil. Su historia
propone una reinterpretación del cyberpunk que me ha resultado, a un tiempo,
novedosa y familiar. Y, lo que es más importante, que me ha hecho disfrutar (y
sorprenderme) con un subgénero que hace tiempo que parecía agotado.
Ojalá tú nunca, de Javier Miró: Es poco lo que puede decirse de esta magnífica novela corta sin destripar su historia.
Así que, además de repetir lo que
explica la contraportada —que se trata de una ucronía en la que un muro demedia
Madrid entre una zona soviética… y otra perteneciente al Tercer Reich—, solo
comentaré dos elementos formales, pero imprescindibles para que la historia
haya llegado a buen puerto.
El primero tiene que ver con el
estilo en que se narra la historia. Las escenas de acción emplean una estética
minimalista, de frases cortas y contundentes que, por una parte, dinamizan el
relato y, por otra, refuerzan por contraste los momentos más reposados, en los
que Miró emplea metáforas muy cuidadas para trasmitirnos los estados de ánimo
de su protagonista (el primer capítulo es buena prueba de ello).
Lo segundo que me interesa
destacar es la estructura elegida. El primer capítulo —que acabo de mencionar—
es, en realidad, el capítulo 21 y, a partir de allí, los capítulos van
retrocediendo conforme retrocede la acción. En otras palabras, solo conocemos
las causas de los acontecimientos tras conocer sus efectos, y este juego formal
—totalmente justificado a lo largo de la historia— ha conseguido sorprenderme
desde los primeros capítulos hasta el final del libro.
Y que conste que lo de «final del libro» es literal: Ojalá tú nunca es de ese tipo de novelas que se guardan para su último capítulo una revelación que lo cambia todo.
Marina Vidal: fuerza del Cosmere con apabullantes pinceles por espada esquirlada
Anoto esas recomenaciones, que pintan fenomenal!
ResponderEliminarFeliz Año!
Espero que las disfrutes :)
EliminarAw, "La conjura de Amarat" tiene que caer este año sí o sí *.*
ResponderEliminarY los demás libros... uf. A ver si empiezo algún día con Joe Abercrombie.
Otro besazo, Dani, y feliz 2021
A tope con el 2021. Gracias por pasarte y espero que disfrutes las lecturas :)
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