Hace ya unas cuantas semanas que no traigo por aquí una recopilación comiquera. Bien es verdad, que he dedicado un par de artículos a la última serie de Darth Vader o a el manga Utsubora en las últimas semanas por el blog. Sin duda, durante este confinamiento, el cómic ha sido uno de mis alivios lectores junto con sumergirme de nuevo durante tres semanas en Roshar con Juramentada. En esta trigésimo quinta entrega de Graphics contamos con un poco de todo: americano, europeo y manga. Enjoy!
Jeff Lemire / David Rubin
Astiberri
Tapa dura | 152 páginas |16€
4 / 5
En 2017 se iniciaba la expansión del universo Black Hammer, la creación de Jeff Lemire para rendir homenaje a los superhéroes en sus épocas más doradas mientras se dedica a explorar diferentes personalidades y sus interrelaciones. Es marca de la casa. Cogiendo como inicio el número #12 de la serie principal y entroncando con una miniserie de 4 números llega este Sherlock Frankenstein y la Legión del mal. Una serie autocontenida, a priori, que ayuda a dar profundidad y contraste tanto a todo el universo de Black Hammer como a las motivaciones de algunos personajes en su serie madre.
Tanto el título del volumen como
su portada son engañosas. Sherlock Frankenstein y la Legión del Mal en
realidad va de Lucy Weber, la hija del gran Martillo Negro. Ella, casi más que
nadie, cree que su padre sigue vivo en algún lugar. Gracias a una pequeña pista
otorgada por el Doctor Star, antiguo aliado de su padre, Lucy comienza a ver la
luz. Un viaje que comienza y la llevará hasta los orígenes y residencia de
algunos de los peligrosos villanos que la ciudad de Spiral City ha tenido que
rechazar alguna vez. Un homenaje continuo a los villanos más famosos del mundo
del cómic, aunque previsible en su desarrollo si has leído la serie madre, gana
enteros y vistosidad con el trabajo de David Rubín.
Este último pone su toque
especial para regalarnos una imaginativa y fluida narrativa en la que perder
nuestros ojos. Desde diseños que quitan el hipo, soluciones narrativas
sorprendentes y altas dosis de color. Un cambio en Black Hammer, que pasa de su
atmósfera más gris a un bombazo de color en el que nuestras retinas se pierden. Una mezcla pop y con toques pulp que le sienta de vicio a la historia. Un fontanero
convertido en vasallo de Cthulhu, una visita a una especie de Arkham Asylum
lleno de villanos o un paseo por el Londres victoriano. Eso y mucho más hacen
Sherlock Frankenstein y la Legión del Mal un cómic muy, pero que muy
disfrutable, para cualquier comiquero superheroico que se precie.
Camille Jourdy
Ediciones La Cúpula
Rústica | 374 páginas | 30€
4,25 / 5
La historia de cómo he llegado a Rosalie Blum resulta curiosa, y como su propia trama, de lo más ordinaria. Tanto el nombre, como el estilo de dibujo, llamaron poderosamente mi atención desde el estante de la biblioteca. Una pequeña búsqueda en mi Goodreads, y me encuentro nada menos que buenas críticas y una autora que ha recibido el premio revelación el Festival International de la Bande Dessinée de Angoulême en 2010. Además, su éxito es tal en que ha sido adaptado por Julien Rappeneau al cine en 2016 (la tenéis en Filmin). Si le añades el olfato especial que caracteriza a Ediciones La Cúpula, el combo perfecto para llevármelo a casa.
Rosalie Blum nos traslada hasta un pequeño y aburrido pueblo francés donde Vincent, un peluquero de treinta años, vive pegado a su excéntrica madre anclado en la monotonía de su vida. Sin embargo, su encuentro con Rosalie, una cajera que ahoga un turbio pasado en whisky, genera en Vincent un vago recuerdo que no sabe encajar. La curiosidad torna en obsesión y nuestro protagonista peluquero se dedica a espiar los movimientos de Rosalie. Camille Jourdy relata una historia costumbrista, con ese humor agridulce y estrafalario del cine francés (Amélie, Intocable), de 3 personas solitarias cuyas ordinarias vidas se cruzan.
Este integral, que contiene los tres volúmenes de la serie, son todo un ensayo sobre la soledad, la represión familiar, la injusticia y el desamor contada desde una perspectiva lo más humana y amena posible. Rosalie Blum es tierno cuando tiene que serlo, es cotidiano, y tiene cierto aire creepy en su primer número. Sin embargo, ante todo eso es la viva imagen de seres humanos perdidos en vidas sin rumbo que necesitan ser guiados. Una narrativa ágil, con viñetas que no se ciñen a ninguna estructura clásica y unos llamativos dibujos -que me recuerdan a la serie Arthur o Rugrats- coloreados excepcionalmente con acuarela, trazan el escenario de esta historia que lleva a Vincent, Rosalie y Aude encontrarse consigo mismos.
Suehiro Maruo
ECC Ediciones
Rústica | 160 páginas | 12,95
1,5 / 5
Not my cup of tea, podría ser el resumen. No me gusta hablar de cosas que no me gustan, pero quizás a alguién le interese. Paranoia Star es una recopilación de historias cortas y experimentales del maestro del ero-guro Suehiro Maruo publicadas originalmente en 1985. Una sucesión de relatos, sin conexión aparente más allá de alguna temática, que revela la inquietante perversidad en la mente del mangaka. Cada historia es aterradora, asquerosa, difícilmente comprensible, grotesca y muy, pero que muy turbia.
Violencia y sexo se mueven como
pez en el agua por dos temáticas: la II guerra mundial y la tecnología. De cada
una de ellas, al menos, he conseguido disfrutar un poco de una historia. La
hormiga eléctrica falsa, una especie de extraña Blade Runner con toques de
Inuyashiki. La otra, El planeta de los japos, una ucronía de Maruo donde Japón
derrota a USA. Surrealismo, alegorías, metáforas
y onirismo se entremezclan una y otra vez en una serie de historias que no he
conseguido comprender. Lo dicho al principio, not my cup of tea, pero
hay que probar de todo en esta vida.
Cesar Hercé | Adrián Rodríguez
Sally Books
Tapa dura | 72 páginas | 14€
3,75 / 5
Creer o no creer, esa es la cuestión. Los 80, una época de falsos profetas y grandes charlatanes. Sectas, religiones y corrientes de pensamiento atraen a millones de personas. Entre ellas, la parapsicóloga Nancy Ann Tappe y sus conocidos Niños Índigo, sobre los que escribió en su libro Understanding Your Life Through Color («Comprendiendo tu vida a través del color»), afirmando la existencia de cierta cantidad de niños que nacieron con un aura color índigo a finales de los 70 y representaban un estado superior de la especie humana. Y por supuesto, solo ella podía detectarlos. Cogiendo esta premisa y dándole un matiz fantástico, Cesar Hercé construye este breve pero disfrutable Invierno Índigo, una historia con aire de aventura ochentera de lo más entretenida con catártico mensaje.
Todo comienza en 1978, cuando cuatro niños índigos están al cuidado de Ann Tape y un grupo de hombres del FBI les interrumpe la sesión, intentando acabar con todos ellos. Ellos cuatro representan el cambio, y se debe exterminar. En la actualidad, conocemos a Lucas Stevenson. Un niño especial, marginado y diferente, cuyas pesadillas lo atormentan. Todo cambia cuando las pesadillas se hacen reales y los extraños monstruos, parecen existir de verdad. La evolución de la humanidad está en peligro y solo Lucas puede salvarla, aunque él no lo sepa. Acción, misterio y aventura esperan en esta corta -por desgracia- aventura.
Invierno Índigo rememora el espíritu juvenil aventurero (Scooby-Doo, Los Goonies) con elemento fantástico para hablar de la capacidad innata humana para evolucionar y cambiar las cosas. Todos tenemos nuestros monstruos y tormentos (culpa, desidia, conformismo, MIEDO…) y todos podemos superarlos. Es algo que fluctúa, que tiene sus momentos, pero que el simplemente mecanismo de querer hacerlo ya supone un cambio. A través de los dibujos de Adrían Rodríguez, que recuerdan poderosamente a El rey de la colina, Gumball o Steven Universe, vivimos una intensa, colorida y breve metáfora de superación humana cuya mayor pega es un final a prisas que parecía tener mucha más miga por sacar. Esperemos una futura continuación para resarcirse y potenciar el interesante universo que plantea.
Diego Agrimbau | Lucas Varela
Ediciones La Cúpula
Rústica | 148 páginas | 16,50€
3,5 / 5
El pronosticado fin del mundo,
cuando una serie de cataclismos activos por culpa del cambio climático acabe
con la especie humana, no es algo descabellado. Día a día vemos como
nuestro planeta va agotando sus fuentes y combustibles naturales, principalmente
a causa de nosotros mismos. De aquí parte El Humano, un cómic francés
guionizado por el argentino Diego Agrimbau y dibujado por Lucas Varela. Nada
menos que medio millón de años en el futuro, Robert y su unidad Alpha
despiertan en una nueva Tierra. Ha pasado el tiempo suficiente tras el
cataclismo humano, mientras ellos esperaban en criogenización orbitando
alrededor del planeta, para que este haya sido capaz de sanearse a si mismo. Su
misión: encontrar a June y reiniciar la humanidad.
Por supuesto, nada es como
esperaban y la llamada misión Phénix tendrá otros derroteros. El Humano es
una historia clásica de ciencia ficción y aventura en un entorno hostil repleto
de nuevas especies. O no tan nuevas. Un escenario común que reflexiona sobre la
explotación ambiental, la manipulación científica sobre la naturaleza y por
supuesto, la inteligencia artificial. También sobre la tendencia del Homo sapiens a creerse el gobernador del universo cada vez que puede. La tendencia humana a creernos poseedores de todos los derechos sobre
los demás habitantes del planeta Tierra.
La mayor virtud de El Humano
es el dibujo de Lucas Varela. Al menos, es su elemento más novedoso. Con unos
diseños muy sintéticos, pero expresivos, el artista argentino desarrolla una
narrativa y composición que se amolda a cada momento de la historia. Sabe
pararse en los momentos más reflexivos de Alpha, pero también acelerar cuando
la acción lo requiere en largas y violentas cacerías o persecuciones. Así como
esas tonalidades de rojos, grises y negros, que nos transportan a un mundo
totalmente desconocido, pero que tiene atisbos salvajes del que si conocemos.
Es El Humano, en verdadera instancia, una fabula clásica de ciencia
ficción de lo más disfrutable.
J.Tynion IV | W.Dell’Edera | M.Muerto
Boom! Studios
Digital | 128 páginas | 13,99€
3,25 / 5
Terror y misterio en un lúgubre lugar del corazón de América se dan la mano en una historia cocinada a fuego lento, dejando más preguntas que respuestas. Con un ritmo tan cinematográfico como entretenido, James Tynion IV (The Woods) nos sitúa en el tranquilo pueblo de Archer´s Peak junto a James, un joven adolescente que vive traumatizado tras una extraña noche donde sus amigos murieron. Desde aquel día, la mayoría de los niños del pueblo están desapareciendo, o aparecen muertos. Todo cambiara cuando Erica Slaughter, asesina de monstruos, llegue a su pueblo.
Este primer volumen, que recopila
los números 1 a 5 de la serie regular, sienta más que nada las bases de lo que
puede estar por venir. Tiene un pro y un contra: casi ninguno de los
interrogantes planteados es respondido, pero la atmósfera de misterio esta bien
construida. Something is killing the children se mueve por ese terror
atmosférico que eriza la piel, donde sabemos que algo anda mal. A a la vez, habla
sobre los terrores sociales que todo joven vive día a día. Un miedo
externalizado de forma metafórica y fantástica, haciendo del cómic de James
Tynion IV algo prometedor.
A los mandos del dibujo tenemos a
Werther Dell’Edera, que presenta un trabajo irregular. Algunas viñetas y
paginas son alucinantes, mientras otras resultan más mundanas. A veces
transmite una inquietud cotidiana alucinante, mientras en otras las figuras o
fondos parecen poco trabajados. Sin embargo, su diseño para Erica es de lo
mejor. La joven, que recuerda a una chica de Sucker Punch, sumado a los bichos
rarunos, con su aire a Devilman, son excepcionales. Ayuda (y mucho) el color de
Miquel Muerto, que dan este tono espeluznante al relato, a la vez que potencian
con brillo los momentos intensos. Veremos como continua.
Y vosotros, ¿alguna lectura comiquera destacable?
Buenaas!
ResponderEliminarPues de los que nos muestras me llama mucho el de Sherlock Frankenstein y la Legión del mal ^^
<3
Espero que te guste :)
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