Matt Dinniman (trad. de David Tejera Expósito)
Nova
Rústica / digital | 464 páginas | 22,90€ / 9,99€
¡El apocalipsis será televisado!
La Mazmorra Planetaria fue creada a las dos y veintitrés de la mañana. Era tan solo martes, 3 de enero. La vida de Carl nunca volvería a ser la misma. Ni la de la gata persa de su exnovia. Obligado a participar (competir) en un concurso alienígena construido sobre los resto de la Tierra destruida al principio del libro, Carl y Princesa Donut se ven inmersos en un escenario repleto de peligros instantes después de que miles de millones de personas hayan sido asesinadas en apenas un segundo. Este veterano de la Guardia Costera en calzoncillos y su gata ganadora de concursos de belleza se ven obligados a dar una espectáculo por sobrevivir, a luchar constantemente por sus vidas y a resistir los ataques humorísticos de un IA sarcástica que parece gobernar el juego. Todo ello, para entretener a una audiencia con unos misteriosos fines políticos.
Cubierta oficial de Luciano Fleitas
¡Matad, matad, matad!
Uno de mis miedos a la hora de sumergirme en esto de la LitRPG era que los detalles del juego, las estadísticas o simplemente las aperturas de botín de recompensas se me hicieran demasiado aburridas con el tiempo. Sin embargo, Matt parece dar bastante en el clavo con el equilibrio entre esta información y el avanzar de la historia. Los números no te abruman y los logros, cantados por una sarcástica IA, son bastante simpáticos de descubrir. Los monstruos también tienen estadísticas, los objetos, todas sus espadas tienen hechizos y numerología asociada. Hay un montón de dioses y criaturas, un montón de facciones, y cientos y cientos de personajes con nombre. Y de alguna forma, nada resulta abrumador, el ritmo siempre está ahí. Las reglas cambian un poco en el trayecto (y dicen las malas lenguas que también en cada libro) y todo se va cimentando a medida que pasan las páginas, entre cacerías, enfrentamientos a vida o muerte, subidas de nivel y extrañas entrevistas televisivas.
Diversión (im)predecible
La premisa de Carl el Mazmorrero puede parecer bastante predecible desde su inicio (subir de nivel, cambiar de piso,...etc) y en parte es lo que lo hace tan entretenido. Va del punto A al punto B. No hay más. Un entretenido blockbuster lector (muy veraniego) donde Carl es como cualquier jugador de un juego de rol: debe encontrar un gremio y completar un tutorial para poder entender el funcionamiento básico del juego. Luego, llega el momento de la acción, de matar monstruos. Y una vez arrancado el juego… no hay fin, salvo las paradas en zonas seguras y las entrevistas. La experiencia sube, las criaturas son más complejas, el escenario es más endiablado y conseguir un buen botín y logros resulta esencial. Lo que podría sonar aburrido, Dinniman lo convierte en algo bastante divertido, en algo a veces impredecible, gracias a un concepto: la creatividad. La ironía de algunos logros, los nombres de algunas criaturas, los extraños objetos y los diálogos perspicaces se dan la mano con escenas de lucha sangrientas (e ingeniosas) y momentos un poco emotivos. Todo parece exagerado, todo parece demasiado, pero de alguna forma, en su propia coctelera paródica, funciona.
Uno de mis miedos a la hora de sumergirme en esto de la LitRPG era que los detalles del juego, las estadísticas o simplemente las aperturas de botín de recompensas se me hicieran demasiado aburridas con el tiempo. Sin embargo, Matt parece dar bastante en el clavo con el equilibrio entre esta información y el avanzar de la historia. Los números no te abruman y los logros, cantados por una sarcástica IA, son bastante simpáticos de descubrir. Los monstruos también tienen estadísticas, los objetos, todas sus espadas tienen hechizos y numerología asociada. Hay un montón de dioses y criaturas, un montón de facciones, y cientos y cientos de personajes con nombre. Y de alguna forma, nada resulta abrumador, el ritmo siempre está ahí. Las reglas cambian un poco en el trayecto (y dicen las malas lenguas que también en cada libro) y todo se va cimentando a medida que pasan las páginas, entre cacerías, enfrentamientos a vida o muerte, subidas de nivel y extrañas entrevistas televisivas.
Diversión (im)predecible
La premisa de Carl el Mazmorrero puede parecer bastante predecible desde su inicio (subir de nivel, cambiar de piso,...etc) y en parte es lo que lo hace tan entretenido. Va del punto A al punto B. No hay más. Un entretenido blockbuster lector (muy veraniego) donde Carl es como cualquier jugador de un juego de rol: debe encontrar un gremio y completar un tutorial para poder entender el funcionamiento básico del juego. Luego, llega el momento de la acción, de matar monstruos. Y una vez arrancado el juego… no hay fin, salvo las paradas en zonas seguras y las entrevistas. La experiencia sube, las criaturas son más complejas, el escenario es más endiablado y conseguir un buen botín y logros resulta esencial. Lo que podría sonar aburrido, Dinniman lo convierte en algo bastante divertido, en algo a veces impredecible, gracias a un concepto: la creatividad. La ironía de algunos logros, los nombres de algunas criaturas, los extraños objetos y los diálogos perspicaces se dan la mano con escenas de lucha sangrientas (e ingeniosas) y momentos un poco emotivos. Todo parece exagerado, todo parece demasiado, pero de alguna forma, en su propia coctelera paródica, funciona.
¡Cagondiós, Dónut!
El humor como primera defensa
Si uno piensa fríamente en el concepto central de Carl el Mazmorrero, es increíblemente oscuro. Sin embargo, de lo que se habla siempre del libro, es del humor. Y es que este impera (e impregna) como norma por todo el texto. A veces, como mecanismo de defensa, del propio Carl, tratando de sobrevivir al horror que está viviendo. Otras, es un humor sádico, el de los directores del juego, que solo buscan entretener al público. Por qué este apocalipsis es televisado y tiene un motivo, algo que empezamos a descubrir a medida que Carl y Princesa Donut avanzan por la mazmorra. ¿Quiénes son los alienígenas que albergan este juego? ¿cuáles son sus objetivos? Carl y Donut no solo necesitan conseguir logros y sobrevivir, como descubren bien pronto, también necesitan conseguir fans. Porque más abajo en la mazmorra, los patrocinadores podrían ser la fuerza decisiva entre la vida y la muerte. Si haces ganar dinero a la empresa, harán todo lo posible para que tú sigas haciéndoles ganar dinero. Y si te enfrentas a ellos... ya veremos qué puede pasar.
El juicio final de Carl
En esta primera entrega de Carl el Mazmorrero solo hemos visitado los dos primeros pisos de la mazmorra, la cual supuestamente tiene hasta dieciocho. Además, el libro cuenta con una historia corta al final que forma parte de una novela corta (Entre bastidores en el Cabaret de la piña) que el propio Matt Dinniman escribió para su nueva edición en una editorial tradicional. ¿Y ahora qué? ¿Qué pasa tras Carl el Mazmorrero? Aunque no acaba en un tremendo cliffhanger que rompe vidas y corazones, el trepidante ritmo de la novela hace que uno sienta la necesidad de continuar cuanto antes ¿Qué va a ocurrir en el siguiente nivel tras terminar los dos niveles de “entrenamiento”? La mazmorra se vuelve más peligrosa cada día, y ahora (parece) hay un nuevo problema, pero no lo descubriremos (del todo) hasta el 16 de octubre que se publique El juicio final de Carl, su segunda entrega.
En esta primera entrega de Carl el Mazmorrero solo hemos visitado los dos primeros pisos de la mazmorra, la cual supuestamente tiene hasta dieciocho. Además, el libro cuenta con una historia corta al final que forma parte de una novela corta (Entre bastidores en el Cabaret de la piña) que el propio Matt Dinniman escribió para su nueva edición en una editorial tradicional. ¿Y ahora qué? ¿Qué pasa tras Carl el Mazmorrero? Aunque no acaba en un tremendo cliffhanger que rompe vidas y corazones, el trepidante ritmo de la novela hace que uno sienta la necesidad de continuar cuanto antes ¿Qué va a ocurrir en el siguiente nivel tras terminar los dos niveles de “entrenamiento”? La mazmorra se vuelve más peligrosa cada día, y ahora (parece) hay un nuevo problema, pero no lo descubriremos (del todo) hasta el 16 de octubre que se publique El juicio final de Carl, su segunda entrega.
Otras reseñas de interés:
Definitivamente tengo que cotillearlo porque va a ser de esos libros que o bien me lo paso pipa o bien abandono en unas pocas páginas; creo que será lo primero.
ResponderEliminarBeso grande y feliz verano, Mangrii :-)