Utopia Avenue, de David Mitchell

Portada de Utopia Avenue con un rockero en medio de un disco de vinilo.
Utopia Avenue
David Mitchell (trad. de Javier Calvo)
Random House
Tapa dura / Digital | 624 páginas | 23,90€/10,99€ 


Si pensamos en la música de los 60's y los 70's no resulta improbable que pensemos en los Beatles, el movimiento hippie y el nacimiento de la era del rock. Sin embargo, también son los años del movimiento obrero, la opresión a la clase media-baja, de la homofobia como insulto hacia el diferente, y donde el papel de la mujer estaba casi relegado a su mínima expresión. Ese mundo tan lejano donde fumar (o las drogas) eran algo de lo más habitual, las permanentes pululaban por la calle y tener el pelo largo era símbolo de rebeldía. Un universo donde las bandas de música surgían de los antros más inesperados, los conciertos en directo eran una de las actividades más cotizadas, y a la vez, peligrosas. Esa época donde los sencillos y hits se vendían por separado, y a la larga, eran más importantes para la carrera de un grupo que su propio LP. Todo eso, y mucho más, está en Utopia Avenue.

Dean, Elf, Jasper y Griff

Han pasado cinco años desde la última publicación (La casa del callejón, 2015) de David Mitchell. Pese a estos años de ausencia, el escritor inglés no ha estado de brazos cruzados. Una novella entregada a la iniciativa The Future Library (From Me Flows What You Call Time) que no verá la luz hasta 2114 -quiero llorar- así como su colaboración con la serie de televisión Sense 8 le han mantenido ocupado. Pero ha vuelto a las librerías, y menuda forma de hacerlo. UtopiaAvenue es el nacimiento y la caída de una banda ficticia con el mismo nombre a finales de los sesenta, en una Londres que se posiciona como burbuja creativa y donde un avispado manager llamado Levon Frankland, ve la chispa de cuatro personas dispuestas a elevar un cohete hacia el estrellato.

Dean Moss, un bajista desalojado de su apartamento, timado en plena calle y despedido de su trabajo. Elf, una joven cantante y teclista de folk abandonada por su amante y compañero musical. Jasper, un genio holandés de la guitarra perteneciente al espectro autista y perseguido por unas extrañas fuerzas mentales. Y Griff, un disléxico batería de Yorkshire, peludo y mal hablado. Los cuatro, surgirán de sus cenizas en pleno Londres de 1967, desde las entrañas del Soho, para crear una banda de rock británica tan improbable y desafiante como el momento histórico de cambio social, protesta y e iluminación psicodélica que los rodea.

Utopia Avenue se desgaja en breves e intensas escenas, que se entrelazan de forma constante con episodios del pasado reciente o lejano, dando una perspectiva diferente del momento que vivimos en la escena posterior. Parece lioso, pero no lo es. La novela traza un viaje no desconocido: cuatro músicos de veintitantos años unidos por un manager visionario en 1967, se elevan al estrellato hasta que una tragedia los separa. El viaje nos llevará por conciertos desde los bajos del Soho hasta festivales en los bosques de San Francisco, e incluso un periplo por la bella Italia. 

El punto especial que rodea a todas estas intensas paradas lo ponen los diversos flashbacks que van dibujando a cada uno de ellos, dando una mayor importancia a la canción que da título a cada capítulo y que cada miembro (excepto Griff) va escribiendo. Una concisión narrativa que funciona como un boomerang, donde la información va y viene para acabar golpeando con la mayor fuerza posible cuando leemos la letra de la canción y casi la podemos escuchar sobre el escenario. Pura emoción.

Una ración de guiños históricos

Aunque Utopia Avenue permanece apegada a la vida privada de cada uno de sus miembros, Mitchell es capaz de capturar el apogeo de la cultura pop a finales de los años 60. De ello se encarga la recreación de algunos programas musicales en ‘directo’, así como el desfile de personalidades musicales como un joven David Bowie, la maravillosa Janis Joplin, el misterioso Brian Jones, un deslumbrante Jimmi Hendrix o un zalamero Leonard Cohen, entre muchos otros. Dentro de Utopia Avenue se siente el malestar social de un alto porcentaje de la población a finales de los 70´s, el pleno apogeo de la experimentación psicodélica así como una burbuja musical a punto de explotar en cada una de sus páginas.

Mitchell nos lleva de viaje por 1968, en el contexto histórico de protestas revolucionarias producidas tanto en EE.UU. y Europa, donde tuvo lugar un fuerte cambio social. La novela nos transporta directos al choque entre diferentes contextos sociales y deja entrever a través de sus páginas una convulsión social y política transformadora. Las protestas contra Vietnam en Chicago de 1968 o la masiva marcha en Grosvenor Square, son un buen ejemplo de ello. Utopia Avenue aborda la década del imperialismo estadounidense en Vietnam teniendo como telón de fondo la explotación económica ante las clases desfavorecidas, el surgimiento del feminismo, el movimiento hippie y el racismo sistémico en la sociedad de la época.

Sin embargo, todo viene engrandecido por un discurso de ruptura. De revolución. De decir no a la violencia. De usar el arte como arma. Para Mitchell el arte, en cualquiera de sus formas, es capaz de perforar todos los campos sociales y llevarnos hacia la utopía que deseamos vivir. Es capaz de derrumbar cualquier imperio. Y así es como, durante todo este bildungsroman sobre un cuarteto heterogéneo de jóvenes británicos unidos solo por la música, podemos adentrarnos en el poder transformador tanto a nivel personal como social de la propia música. La música puede romper todas las barreras, como instrumento de intercambio cultural y como fuerza de cambio social.

All is connected

Si hay algo común al hablar de las novelas de Mitchell es el adjetivo de caleidoscopio, círculos concéntricos, madrigueras de conejo o ruedas de Ferris que pueblan sus historias. El corpus narrativo de Mitchell funciona como un continuo de conexiones e interconexiones que se tocan, se retroalimentan, sacan chispas de vez en cuando y forman un todo que funciona a niveles macroscópicos. Volver a las historias anteriores supone un plus, donde guiños al futuro se encuentran con conexiones del pasado y viceversa. Es como un tapiz repleto de hilos, que encuentra su comunión en sus temas recurrentes más que en la repetición de personajes y escenarios. Sin embargo, esos adjetivos no llegan a describir al 100% la realidad, ya que los trabajos de Mitchell (novelas, historias cortas, librettos y ensayos) forman un todo más complejo. Es más bien, como dice Rose Harris-Byrtil en David Mitchell's Post-Secular World: Buddhism, Belief and the Urgency of Compassion, la representación narrativa perfecta de un mándala, donde un montón de intrincados diseños se superponen unos a otros para formar un todo que funciona tanto en su conjunto como de forma individual. 

Así funciona, por supuesto, Utopia Avenue. Sin embargo, sepa el ávido lector del Mitchellverse o la übernovel que nos encontramos ante la novela con mayor número de conexiones a sus trabajos anteriores. Veladas referencias a Escritos fantasma, number9dreamEl bosque del cisne negro pululan por el texto en forma de guiño. Conexiones directas e importantes con El atlas de las nubes, Mil Otoños, Relojes de Hueso y La casa del callejón se vuelven simplemente esenciales en el transcurso de la novela. No temas, nuevo lector de Mitchell. Como dije antes, la novela funciona por sí misma, como el resto del corpus narrativo del autor. Sin embargo, cabe destacar, que el plus emocional de encontrarse con ciertos personajes o revivir ciertos momentos de otras novelas, no será lo mismo para uno u otro lector de Utopia Avenue. La novela es una muestra clara de su tendencia a tener cada vez un corpus literario más interconectado, repleto de narrativas más amplias que funcionan como la vida misma: nuestras experiencias están interconectadas, y siempre podrán ser, las experiencias e historias de otra persona.

Otros enlaces de interés:

Encuentro entre David Mitchell y Neil Gaiman

Thinking Polyphonically: A Conversation with David Mitchell

Comentarios

  1. ¡Holaaaa!

    Pues me ha llamado mucho la atención. Primero, todo ese contexto de los años 60, con el boom musical y también todas las protestas, me parece muy interesante.
    Y bueno, luego es que este tipo de historias me encantan... grupo de música que salta al estrellato y que se termina separando... en fin, ES TOTALMENTE PARA Mí. Me lo llevo super apuntado ^^

    ¡besotes!

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias <3 Estoy planeando una lectura conjunta de todas sus obras, si te quieres apuntar, ya sabes :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo primero de todo, GRACIAS por comentarme, asi me haces un poco más feliz. Lo segundo, si vas a comentar espero que sea desde el respeto a los demás y con este blog.
Gracias por tu comentario y visitarme :)