VV. AA
Ediciones Gigamesh
Hace 16 años la editorial Gigamesh iniciaba la tradición de hacer un regalo promocional entre las compras realizadas el día de Sant Jordi. Lo que comenzó como meras muestras promocionales de Juego de Tronos, llevo a las nuevas traducciones de novelas descatalogadas como Los impostores de Alfred Bester o Que difícil es ser dios de los hermanos Strugatski, hasta darnos textos inéditos como El Cerebro del Más Allá de Ian Watson o la novela corta Estamos todos de puta madre de Daryl Gregory en los últimos años. Estrenando un nuevo formato, este Sant Jordi la editorial ha decidió publicar cuatro cuentos inéditos en castellano escogidos de entre los casi treinta que incluye Jonathan Strahan en su selección The Best Science Fiction and Fantasy of the Year: Volume 12 para el sello británico Solaris. Una antología de carácter anual donde el reputado editor reúne algunos de los mejores cuentos que se han publicado a lo largo del año.
Publicado originalmente en el
número 92 de febrero de 2018 en la revista Lightspeed, nos cuenta como un robot
de mantenimiento de una nave se encuentra a un refugiado en el casco de su nave
tras la victoria en una batalla espacial con su facción. Se enfrenta a todo un
desafío y debate interno, ya que se trata de un humano procedente de las tierras enemigas, pero como exige
asistencia, el robot no tiene más remedio que ayudarle. Tobias juega con las
leyes de la robótica de Asimov para darnos una historia que revierte el tropo
habitual entre humanos y robots, con un mensaje final de pura humanidad y
justicia moral. Muy recomendable.
Veredas, de Maureen McHugh (Trad. de Elena Macian)
Publicado originalmente en Omni
Magazine en noviembre de 2017, nos relata la historia de Malni, una mujer
internada por un serio problema de habla. Cuando la logopeda Rosni Gupta tiene
un encuentro con ella para determinar si es autista, pronto descubrirá que el galimatías que parece estar
diciendo continuamente Malni tiene un significado. Un relato muy bien escrito, que genera
interés según se van desvelando los detalles de la historia de la peculiar
Malni, pero que no tiene mucha fuerza por si mismo para mi gusto.
Ilustración de John Berkey
La vida secreta de los bots,
de Suzanne Palmer (Trad. de María Alfonso)
Publicada originalmente en el
número 132 de septiembre en la revista Clarkesworld y galardonada con el premio Hugo a mejor novelette en 2018,
se trata de la historia de un bot obsoleto, antiguo e inestable cuya nave ha
despertado con una misión específica: lidiar con un problema de plagas que se
come las paredes. Es un cuento corto y dulce, con cierto tono hilarante y una
narrativa muy bien construida. Palmer danza entre la voz del Bot 9, la peculiar IA de la nave y
la tripulación para ir desvelando los detalles de la importante misión que está llevando a
cabo la nave. Puede que la voz de los bots y de la IA de la nave están
demasiado humanizadas y falle un poco la suspensión de incredulidad, pero la
búsqueda de Bot 9 y como da un mensaje de amistad, valor e ingenio en esta
simpática historia, hacen que merezca la pena su lectura. La mejor de la selección.
La luna no es un campo de batalla,
de Indrapramit Das (Trad. de Teresa Jarrín)
Publicado originalmente en la
antología Infinity Wars de Jonathan Strahan en septiembre de 2017, nos cuenta a
modo de entrevista la historia de Gita, una soldado que tras pasar casi toda su
vida en la luna se ha visto obligada a volver a la Tierra. Esto solo le trae un montón de
problemas de adaptación. Indrapramit reflexiona sobre la guerra y sus aspectos más
sucios en un escenario de ciencia ficción muy atractivo. Lo que falla en el
relato es que la entrevista hace que tomemos mucha distancia emocional, con lo
que la conversación termina siendo más un mero esbozo, más que algo emocionalmente
tangible. Una pena, porque el mundo que pintaba Indrampramit con esa reflexión
sobre la carrera espacial era bastante interesante.
Podemos sentirnos agradecidos de haber podido leer gratis estos relatos con cualquier compra el día del Libro. No creo que de otra forma hubieran llegado a nuestro país e idioma, y menos de forma gratuita. Espero que la editorial Gigamesh coja como nueva tradición seleccionar más relatos en los años venideros de tales características, para poder disfrutar un poco mas de todo lo que la barrera idiomática nos impide leer. Por mi parte, aquí tienen a un lector satisfecho y agradecido de la iniciativa.
Ala, qué guay^^ Es una alegría que las editoriales hagan este tipo de cosas para los lectores, son todo un regalo.
ResponderEliminarSí, y creo que es algo que debemos apoyar todo lo que podamos :)
EliminarPues sí que sería una excelente "nueva tradición"!
ResponderEliminarYo compro :)
Eliminar