Black Paradox, de Junji Ito

Black Paradox
Junji Ito (trad. de Marc Bernabé)
ECC Ediciones
Flexibook | 248 páginas | 18,95€



A nadie pilla por sorpresa que Junji Ito sea considerado el maestro moderno del manga de terror, sobre todo en occidente. Obras maestras del manga como lo son Uzumaki y Tomie lo demuestran una y otra vez, triunfando entre todo tipo de público. Sin embargo, hay mucho más que explorar tras ellas, como es el caso de Black Paradox. Más cerca en esta ocasión de lo bizarro y lo desagradable que de lo puramente terrorífico, este manga serializado en su origen en la revista Big Comic Spirits de la editorial Shōgakukan y recopilado desde 2009 en un tomo único, es una enajenada historia repleta de drama, violencia, amor, gore, monstruos deformes, dobles y hasta paradojas temporales.


Todo comienza con cuatro personas, que se conocen a través del sitio web Black Paradox, cuando quedan para quitarse la vida. Maruso, una enfermera desesperada por su inminente futuro; Taburo, un hombre que es torturado por la continua visión de su doble; Pii-tan, un ingeniero cuyo clon robot lo atormenta; y Baracchi, una niña que vive un infierno por culpa de una marca de nacimiento en su rostro. Los cuatro deambulan en busca de una muerte perfecta. Sin embargo, la premisa que plantea este inicio de Black Paradox, poco tiene que ver con lo que puedes esperar de una historia sobre cuatro personas que se conocen por internet y quedan para suicidarse.

Junji es capaz de coger esta idea extraña y morbosa, retorcerla una y otra vez, y convertirla en una historia sobrenatural con elementos robóticos y científicos, con dimensiones paralelas, doppelgänger y cierta dosis de ciencia ficción. Siempre tirando de sus mecanismos narrativos habituales, repletos de momentos perturbadores y enfermizos de una inquietud contagiosa, la historia consigue mezclar referencias desde Lovecraft hasta Kafka durante todo su desarrollo. Escenas repugnantes e impactantes, tanto visual como moralmente, que nos hunden en el pozo de la locura y el horror que debe ser la mente de Junji Ito.


La estructura de Black Paradox se divide en seis capítulos, cuya premisa se va retorciendo más y más, hasta llegar a ese curioso final que poco tiene que ver con su principio. Ito sabe mover con agilidad la trama, llevándola de un punto inesperado al siguiente, sin distracciones ni momentos de desarrollo de personajes. Un handicap, quizá junto con la horrorosa recopilación de sucesos de anteriores capítulos, que algunos no pasaran por alto, pero que tampoco suponen un gran escollo en el camino. Al final, el arte de Ito funciona como un reloj para el lector, lo conduce de una situación a otra y te adentra en su madriguera del conejo repleta de horror y ciencia ficción.

Pese a que Black Paradox no es una gran obra ni de gran calado, si que deja ciertos comentarios que pueden resultan interesantes a posteriori de su lectura. Algún tipo de advertencia sobre el cambio climático y la necesidad de nuevas energías se deja entrever en toda la marabunta de espantosos sucesos de horror corporal. Una vez más, Junji Ito usa el miedo extremo y la locura, para hablar sobre la codicia intrínsecamente humana complementada, con mucho acierto, con la historia corta La lamedora donde una siniestra mujer con una descomunal lengua envenenada se dedica a sembrar el caos en una pequeña población japonesa, asesinando con sus lametazos a todo el que se le pone por delante. 

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Comentarios

  1. Me gusta mucho Junji Ito, pero por lo que cuentas creo que este a lo mejor es demasiado desagradable :-D Tiraré por otro, a lo mejor Tomie :-)
    Un beso.

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    Respuestas
    1. Diría que es el menos desagradable, por que parece todo más una parodia de ciencia ficción xD

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