El ascenso a lo divino, de Neon Yang

El ascenso a lo divino
Neon Yang (Trad. de Carla Bataller Estruch)
Duermevela Ediciones
Rústica | 136 páginas | 14,95€



Hemos conocido a les gemeles Akeha y Mokoya. Hemos visto la revolución de les maquinistes. A Rider, la ciudad de Bataanar y al tensor el tensor Chuwan Sariman. Los preludios de una batalla final. Pero, ¿Quién gobernaba este Protectorado? Durante cincuenta años todo giro en torno a ella. A la gran protectora. A la gran y despiadada Hekate. Construía ejércitos, entrenaba tensores y aplacaba enemigos con mano firme. Sin embargo, no siempre fue así. El ascenso a lo divino nos cuenta la historia de cuando Hekate era joven y aún no portaba corona.

El ascenso a lo divino nos sitúa justo después de su muerte, a manos de la revolución, para contarnos como Hekate se convirtió en lo que conocemos desde Las mareas negras del cielo. Una vez más, Neon Yang parece optar por sorprender al lector y toma un nuevo punto de vista, en vez de seguir linealmente su historia. Nuestra narradora será Lady Han, la líder revolucionaria que en su pasado fue una cortesana al servicio de Hekate.

La emperatriz Wu Zetian

Este romance de héroes y villanos, es meramente una transcripción de un monólogo en una taberna. Lady Han cuenta lo que sucedió, como si estuviéramos junto a ella tomando una copa en la barra del bar. Una oscura historia de amor sin final feliz, bellamente descrita en una primera persona convencional, que puede romper corazones. Una conversación unilateral que atrapa por su voz narrativa y que completa la tetralogía creada por Neon Yang.

No es la historia de una revolución. No es la historia de como todo termino. Es una historia personal, sobre el amor, el dolor y la perdida de su amada Hekate. El monólogo de Lady Han nos deja ver a través de sus ojos tanto la admiración como el odio que coexisten dentro de ella por Hekate. Aquí tenemos el trasfondo de la revolución, pero siempre viéndola desde fuera. Su versión de la historia nos cuenta una tragedia, el ascenso y la caída de una dictador a través de la mirada trágica de una enamorada.

Fragmento de la portada de Yuko Shimizu

El ascenso a lo divino no nos deja huérfanos en cuanto a información. Tenemos pequeñas gotitas sobre Akeha, Mokoya, Sonami, e incluso Chuwan, que no suponen gran cosa, pero consiguen contar una nueva historia a la vez que nos mantiene informados sobre la situación y acontecimientos del protectorado. Su naturaleza retrospectiva es capaz de tapar agujeros en la saga, pero como lector enamorado del mundo del Tensorado, necesitaba saber más sobre el estado actual del protectorado. Ojalá, en algún momento, Neon Yang quiera volver a su rico mundo.

Reseñas de la saga

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