A.F. Harrold (Trad. de Gemma
Rovira)
Blackie Books
¿Puede una extraña amistad surgir de los momentos más inesperados? Hace casi un par de años llegaba a mis estanterías Los imaginarios, de A.F. Harrold. Un libro middle grade que se convirtió instantáneamente en mis favoritos y más recomendados. Tanto por su historia como mensajes, aparte de las bellas ilustraciones de Emily Gravett, era un libro middle grade casi perfecto para todas las edades. Y ahora parece que el autor inglés repite la jugada. En esta ocasión, asociado con el ilustrador Levi Pinfold, nos narra una historia misteriosa, con cierto toque espeluznante, y un mensaje claro hacia los prejuicios.
¿No deberías estar agradecida a
quién te salve del matón de la escuela y sus secuaces? Eso se pregunta Frank,
nuestra protagonista, cuando Nick la rescata de Neil Noble y sus acólitos Rob y
Roy. Pero resulta que Nick Underbridge, grandote, feo y con mal olor, no es
alguien con el que deban verte. Cuando Frank tiene la intención de dar las
gracias e irse de la casa de Nick tan rápido como pueda, una música comienza a
sonar. Es reconfortante, hermosa y dulce. Frank no quiere dejar de escuchar esa
música. Por ello, volver a ver a Nick y acudir a su hogar. Todo esto llevará a nuestra joven
protagonista a descubrir los secretos que oculta la casa de Nick.
Ilustración interior de Levi Pinfold
Harrold escribe una historia
simple pero efectiva, repleta de encanto, imaginación, algún momento chistoso y
otros un tanto espeluznantes. Un libro para todas las edades, escrito de forma casi
poética en ocasiones, creando un velo de fantasía alrededor de la pura
cotidianidad. Recuerda, por momentos, a la atmósfera oscura que rodea El océano al final del camino de Neil
Gaiman, o la mezcla de realidad y fantasía que se solapan en Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness. Una canción de muy lejos transporta al lector a la más pura
realidad donde todo parece ser posible ¿existen otros mundos? ¿qué son esas sombras que
nos rodean? ¿por qué pasan cosas que a veces no entendemos? Preguntas que todo
niño se ha hecho alguna vez durante su infancia.
Pero, lo más interesante de Una canción de muy lejos, es que trata al
lector de forma sincera. Casi tanto, que uno no puede evitar sentirse
identificado. No deja de hablar sobre los prejuicios y lo equivocadas que son
las primeras impresiones ¿quién no ha pensado alguna vez, en su tierna
infancia, en no hacerse amigo de alguien por lo que decían de él? También presenta
una visión clara sobre las consecuencias del bullying, pero a la vez, plantea a
través de Frank todo un viaje de superación. La niña muestra una mejora lenta pero
segura para encontrar su fortaleza interior. A través de diálogos con su propio
estómago, Frank lidia batalla tras batalla hasta salir airosa. Y, por último,
como muchos libros middle grade, nos
habla de amistades improbables que surgen de lo inesperado. De esas uniones que
están destinadas a encontrarse, pese a que ellos no lo sepan en absoluto.
Ilustración interior de Levi Pinfold
¿Y cómo redondear esta pequeña
historia? La respuesta, son las ilustraciones a pluma y tinta de Levi Pinfold.
Cada una de ellas sabe capturar el aire tétrico y mágico que rodean las
palabras de A. F. Harrold. Permite a los lectores imaginar y meterse de lleno
en la historia. Visualizar las criaturas sobrenaturales que aparecen en el
texto. Dar vida a la imaginación. Unas criaturas que encajarían a la perfección en cualquier película de
Tim Burton, por cierto. Las ilustraciones, oscuras y misteriosas, siniestras e
ingeniosas, nos dejan constantemente ese halo de inquietud que nos envuelve a
seguir leyendo. Y esa, si que es una buena melodía que seguir una y otra vez.
Misteriosa, desconcertante por
momentos y llamativa. Una historia de fantasía sobre la amistad y la lealtad
con cierto toque paranormal. Es una historia sobre el bullying, la lealtad y
dos mundos que parecen convivir juntos. Con un regusto a Gaiman, Una canción de muy
lejos es una historia que gustará a todas las edades, repleta de esa magia que
parece rodear nuestro día a día. Y además, cuenta con unas magníficas de Levi
Pinfold. Si el estudio Laika o alguien del estilo me esta leyendo, ojalá
quieran animar en la gran pantalla esta pequeña historia.
Hola, Mangrii:
ResponderEliminarPues creo que la leeré en algún momento, por ese regusto a Gaiman ;-)
Besos.
Si, tiene ese regustillo de Coraline y El océano al final del camino que tanto nos gusta. Disfrútalo :)
EliminarMe lo llevo! Creo que me gustará, las ilustraciones son chulísimas.
ResponderEliminarBesotes
Espero que te guste :)
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