Ella Minnow Pea, de Mark Dunn

Ella Minnow Pea
Mark Dunn (trad. de José Antonio Poderoso)
EDA libros
Rústica | 272 páginas | 18,20€



En España es prácticamente un completo desconocido, pero las obras —tanto literarias como de teatro— de Mark Dunn gozan de una notable reputación internacional. Una de ellas (Frank's Life), inspiró la popular película El show de Truman, según dictaminaron los tribunales ante los cuales peleó su indemnización y reconocimiento. Entre otras obras nos encontramos Seven interviews, siete obras cortas, cada una utilizando una entrevista como motor; la curiosa American Decameron, que ofrece 100 relatos breves, cada uno ambientado en un año diferente del siglo XX; o Ibid, una novela contada íntegramente a través de notas al pie de una biografía perdida (y ficticia). Sin embargo, si por una novela Mark Dunn es conocido (y leído en institutos), es por Ella Minnow Pea, una novela epistolar, experimental y distópica que no se parece a ninguna otra.

La distopía epistolar
En Nollop, la isla cercana a Carolina del Sur antes llamada Utopianna, veneran a Nevin Nollop, el creador del pangrama Jovencillo emponzoñado de whisky, ¡qué figurota exhibes! Aunque los isleños rechazan la tecnología moderna (incluso se cartean), el lenguaje es venerado aquí. Durante 100 años, un cenotafio en honor a la notable oración de Nollop se ha erigido en el centro de la ciudad. Sin embargo, un día, la baldosa de la letra Z se cae al suelo y se hace añicos. El consejo de la ciudad, en su suprema (y supuesta) sabiduría, decide que esta es una señal del gran Nollop en persona, expresando un deseo nollopiano de que la letra Z sea completamente extirpada y expulsada de toda comunicación oral y escrita. 

Y aquí comienza nuestra historia, cuando usar las letras que son prohibidas te expone a severos castigos, o incluso te lleva a ser desterrado. También, cuando empiezan a caer más letras, y los libros y la escritura pasan a ser casi proscritos. Ante estos estremecedores acontecimientos, Ella Minnow Pea, isleña residente, inicia un intercambio de correspondencia con su prima Tassie, residente en un pueblo alejado de la capital, para ir contándole lo que sucede en ella. Juntas elaborarán un plan de resistencia para evitar el siniestro futuro que se cierne sobre todos los habitantes de Nollop. Pero cuidado, los delatores están por todas partes…
Ilustración de Lizzy Stewart

El pangrama y lo progresivamente lipogramático
El subtítulo de la obra, una novela progresivamente lipogramática, nos deja caer que la novela de Dunn es de todo menos convencional. Ella Minnow Pea se construye alrededor del uso de un pangrama —una frase que contiene todas las letras del alfabeto— específico y juega con él, a través de lipogramas —texto literario que omite sistemáticamente una o varias letras del alfabeto— y neologismos. El punto principal de la novela es que las epístolas que se intercambian los personajes (no solo Ella y Tassie) de la novela deben ser cada vez más ingeniosas (y divertidas). A medida que avanza la historia, una vez se van cayendo las baldosas que contienen el pangrama, se excluyen cada vez más letras del abecedario de la escritura de los personajes. A medida que desaparecen esas letras, la novela se escribe cada vez más fonética o creativamente, requiriendo también un mayor esfuerzo de interpretación (y traducción). Y esto la hace irrepetible, como si Dunn fuera un miembro más de Oulipo llevando sus limitaciones narrativas autoimpuestas hasta las últimas consecuencias.

La novela intraducible
Dada la naturaleza complejamente lingüística de Ella Minnow Pea, ha sido traducido pocas veces a otros idiomas. Al francés, al alemán, y ahora, por fin, al español. Hemos de aplaudir desde ya el atrevimiento (y el resultado) de José Antonio Poderoso en su primera traducción, quién ha tenido que lidiar con varias partes totalmente intraducibles a nuestro idioma y crear un pangrama nuevo (como hicieron las otras versiones) para poder jugar con nuestro vocabulario. Por qué Ella Minnow Pea es ante todo una novela que desafía los parámetros narrativos habituales, pero que además lo hace de una manera retadora y restrictiva a la vez. Las cartas personales intercambiadas entre los residentes son a la vez hilarantes y desgarradoras (y casi enternecedoras), algo que sin la falta de letras —y por tanto palabras— no ha tenido que ser nada fácil. Por suerte, esta edición en español cuenta con un texto al final del propio José Antonio donde da buena cuenta del tipo de soluciones formales que ha tenido que tomar, además de explicar (con ejemplos) algunos juegos de palabras o neologismos donde ha debido buscar las soluciones más imaginativas.

Cubierta original del libro

Algo más que una curiosidad formal
Hablaba al principio de la reseña que Ella Minnow Pea era una novela única en su especie. Sí, lo es principalmente por sus características formales y epistolares como ya habéis leído, pero es además su toque satírico, su engañosa sencillez y sus mensajes lo que la hace destacar un poco más. Aunque otras novelas más clásicas como 1984, Un mundo feliz o Nosotros son novelas objetivamente mejores y más complejas para los mismos temas, ninguna tiene el encanto formal de Ella Minnow Pea. Es una visión diferente —e irónicamente divertida— de un totalitarismo tiránico, donde cientos de personas pierden su libertad de expresión individual y universal de comunicación. Sin embargo, también es una historia sobre la importancia del lenguaje (para bien y para mal), incluso bajo la opresión de un Estado sancionador. De la misma forma, como dice en la sinopsis del libro, Ella Minnow Pea es un excelente recordatorio de que debemos defender nuestros derechos y libertades para mantener una sociedad libre y democrática.

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