Black Water Sister, de Zen Cho

Black Water Sister
Zen Cho (trad. de Víctor Ruiz Aldana)
Minotauro
Rústica / Digital | 384 páginas | 17,95€ / 8,99€



La fantasía urbana es uno de esos subgéneros a los que a lo largo del año termino cayendo si o si varias veces. Su mezcla de entornos urbanos reales con matices fantásticos son una fusión realmente atractiva. Sobre todo, si como Black Water Sister, me sacan de urbes conocidas y me llevan a explorar nuevas culturas. La novela de Zen Cho (La mujer de terracota, 2021), nominada al World Fantasy Award y al premio Locus, nos acerca a Malasia y a todo su crisol cultural. Mientras nos enredamos en una especie de thriller sobrenatural de fantasmas y dioses, Black Water Sister aprovecha para darnos un vivido retrato de Penang y examinar los problemas muy reales de la familia, la cultura y la identidad que persiguen a Jess, su protagonista.

Jess escucha voces
Black Water Sister comienza con Jess y sus padres regresando a Malasia desde los EE.UU, después de que su padre perdiera su trabajo y estuviera sometido a un tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, su mudanza no es a una casa nueva, si no a la de unos parientes cercanos. Las tensiones familiares se palpan en el ambiente y las cosas, aún se vuelven más difíciles para Jess. No sabe que hacer con su vida ni como mantendrá su relación romántica a distancia, de la cual ni sus padres ni nadie sabe nada por miedo a su reacción. Y luego, para mejorar las cosas, ha empezado a escuchar una voz en su cabeza. Nada menos que la de su Ah Ma muerta, que tiene un plan de venganza y necesita que Jess la ayude. Este será solo el comienzo de una aventura sobrenatural de autodescubrimiento personal que nos llevará por todos los rincones de Penang.

Fragmento de la portada de Yuta Onoda

Nuevos ingredientes para lo clásico
Muchas novelas de fantasía urbana son contadas a través de una narración en primera persona, mezclando a menudo seres mitológicos, romance y protagonistas que son investigadores profesionales. Sin embargo, Black Water Sister plantea que Jess, su protagonista, no tenga mucha idea de lo que hace. Es más, actúa casi como una marioneta durante toda la novela a la que no paran de engañar. Tras un comienzo fuerte y un desarrollo un tanto desordenado, vemos que en el mundo de Black Water Sister los médiums, dioses y espíritus fantasmales están integrados dentro de la sociedad de Malasia. Sin embargo, el espíritu de su Ah Ma muerta, solo busca venganza. Y para ello, la mayor parte del libro se desvía hacia las acciones de su antepasado por mostrar por que quiere vengarse de un hombre rico de negocios, así como a Jess estando poco dispuesta a hacerlo cada vez que descubre algo nuevo.

De médiums y otros dioses
La familia de Jess parece tener talento como médiums para varios dioses, aunque ella no supiera nada de todo esto antes de irse de los Estados Unidos. Malasia es un país supersticioso, donde Zen Cho nos muestra a dioses que pueden tan solo ser personas elevadas a su divinidad después de la muerte. Es fascinante, a la par que divertido, seguir a Jess descubriendo este mundo sobrenatural, donde aunque los dioses y los fantasmas son cosas diferentes, ambos pueden usar/poseer un cuerpo humano. Y es que inicialmente poco sabe Jess sobre la razón por la que su abuela esta en su cabeza y los peculiares personajes que la rodean. Las escenas de Jess interactuando con lo sobrenatural, sobre todo en los intercambios con su Ah Ma, son lo mejor de la novela. Y también, evitan de alguna la sobreexposición en la historia, poniendo al lector siempre en una situación medio perdida en la que deba hacer sus propias suposiciones.

Portada en Pan Macmillan

Un crisol de culturas en Malasia
Black Water Sister presenta un mundo realmente interesante donde, como en las novelas de John Connolly, existe una superposición de lo sobrenatural. Estamos en una Malasia moderna, repleta de negocios nuevos y mucho calor. Sin embargo, los templos a los antiguos dioses perviven integrados en la ciudad. Black Water Sister nos da una amplia inmersión cultural, que se siente por momentos como viajar directo a la ciudad. Malasia se establece como un personaje más de la novela, donde los idiomas y la cultura se entremezclan. Las relaciones y obligaciones familiares, la religión y las actitudes culturales se establecen como un elemento más dentro de la historia. Acompañamos a Jess en el viaje de su propia inmersión cultural, y junto a ella y su Ah Ma, descubrimos un crisol de culturas, religiones e idiomas.

Jess descubriendo a Jess
Enredado entre todo ese thriller urbano y sobrenatural de dioses y médiums, si hay un eje sobre el que gira Black Water Sister es el del autodescubrimiento de la propia Jess. Y es que desde el inicio de la novela son varios frentes los que la miran a la cara: su lucha por ocultar su preferencia sexual a su familia, tratar de mantener viva una relación a larga distancia, encajar en su país de origen y su desconexión con la cultura en la que no se crio. Y encima, claro, escuchar la voz de su Ah Ma muerta en la cabeza. Sin embargo, aunque la trama se mueve rápidamente entre los eventos sobrenaturales y las disputas familiares, lo realmente importante de Black Water Sister es siempre el viaje que Jess emprende hacia la comprensión de sí misma y de su propia autonomía. Un cambio que sentimos, más que vemos, pero que es realmente reconfortante al final de la novela.

Otras reseñas de interés:

Comentarios

  1. Me gustó mucho "La mujer de terracota", así que creo que me enredaré también en este viaje :-)
    Gracias por la reseña, Mangrii.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy pero que muy diferente, y con mucho más humor, pero seguro que lo disfrutas también :)

      Eliminar

Publicar un comentario

Lo primero de todo, GRACIAS por comentarme, asi me haces un poco más feliz. Lo segundo, si vas a comentar espero que sea desde el respeto a los demás y con este blog.
Gracias por tu comentario y visitarme :)