Cumplido ya el año desde el inicio de esta era de La Alta Republica en Star Wars, los eventos empiezan a tomar cierta forma y tener una mayor interconexión los unos con otros. Que varios escritores hayan compartido el proceso de creación de la Era, que dura alrededor de doscientos años entre aproximadamente el 300 ABY y el 82 ABY, trabajando codo con codo, cada vez se va notando mucho más. Una era de Star Wars donde la expansión y exploración del Borde Exterior cada vez va teniendo mayores amenazas y peligros que afrontar, tanto para los Jedi como para la República.
Uno de ellos son los Drengir, que
ya conocemos en el primer volumen de The High Republic y en la novela En la oscuridad de Claudia Gray. En estos nuevos cinco números de la serie, los
tres primeros se encargan de dar fin al arco Drengir. Por tanto, continuamos con
un Sskeer infestado y una Keeve Trennis preocupada recuperándose en el Faro
Starlight mientras la maestra Jedi Avar Kriss mantiene una incómoda alianza con
los Hutts para combatir la creciente amenaza en el Espacio Salvaje. Tres
números que dan título al volumen construidos sobre los cimientos establecidos en el primer arco, a la vez que vincula la historia con eventos más
amplios de The High Republic, como la Feria de la República en Valo.
Sin embargo, creo que el punto
fuerte de este segundo volumen (que recopila los números #6-10) de los comics de The High Republic llega con el
que será, el tercer arco de la serie: La sombra de los Nihil. Siguiendo
a Keeve y Terc encubiertos como agentes de Nihil para intentar detener su
próximo ataque, suponen un paso adelante en la historia de esta Alta Republica
que establece una mayor conexión con el personaje principal y la que a mi
parecer, es la gran amenaza de esta era: Los Nihil. Sin embargo, no creo que sea el final de los
Drengir. Se complementa este volumen con Tormenta creciente de Cavan Scott y el audiolibro Tempest Runner que será publicado en formato guion.
Los artistas del volumen, George
Jeanty (#6-7, 10) y Ario Anindito (#8-9), vuelven hacer un gran trabajo en los
cómics de Star Wars. Orientados mucho más a la acción, existe cierto contraste
entre uno y otro, sobre todo marcado por la caracterización de los rostros. Los
colores de Annalisa Leoni, Rachelle Rosenberg y Carlos López le dan a este
universo una sensación animada, colorida, que proporciona suficiente impacto
visual para lo que cuenta. Y de nuevo, para cerrar el volumen, otro buen cliffhanger, al
puro estilo Marvel, para dejarnos enganchados hasta el siguiente tomo recopilatorio. Y lo consigue.
Tomo nota para cuando me anime con las películas continuar leyendo las novelas y comics jeje
ResponderEliminarBesos y gracias por la reseña.
Espero que lo disfrutes :)
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