Si recordáis hace unas semanas
cuando os hable de Basilisco, decía claramente que el western no
era uno de mis géneros predilectos y probablemente no haya leído casi nada en mi vida. A
este paso, me voy a tener que contradecir. O bueno, quizás no tanto. Con Se buscan mujeres sensatas tenemos como escenario una especie de Viejo Oeste
americano, sin embargo, está ubicado en un futuro indeterminado donde Estados
Unidos ha colapsado (del todo) y se ha convertido en un mundo fascista,
homófobo, misógino y con el patriarcado al mando por completo. Una distopia
occidental donde Sarah Gailey muestra un reflejo de nuestro mundo actual. Uno donde, como muestra la más reciente actualidad, todavía es peligroso mostrarse tal como somos dependiendo de la comunidad o
lugar donde estemos.
Estamos ante un Estados Unidos
donde las bibliotecarias, una serie de mujeres de supuesta castidad y moralidad
sensatas que son leales al Estado, se dedican a viajar de pueblo en pueblo
distribuyendo libros y folletos que han sido autorizados para su lectura. O al
menos, eso es lo que piensa la gente de ellas. Durante una de esas travesías por el seco
oeste, en el carro aparece una polizona llamada Esther, que huye de su
matrimonio concertado. Un matrimonio pactado para su mejor amiga, de la que
Esther estaba enamorada, pero que fue ejecutada por tener materiales no
autorizados.
El viaje por las áridas tierras
hasta Utah, destino de las bibliotecarias, cambiara la vida de Esther. Se
buscan mujeres sensatas es ante todo una historia de crecimiento personal y
autodescubrimiento. Esther, como habitante de la sociedad homofóbica y misógina
que pertenece, debe desaprender viejos hábitos y superar cierta homofobia
interiorizada. Gailey construye en este aspecto una trama sencilla, siguiendo
el desarrollo de Esther mientras deambula y cabalga por el duro desierto de
Arizona descubriendo que las bibliotecarias no eran lo que creía. Tampoco el mundo. En este
aspecto, la construcción de escenario en Se buscan mujeres sensatas es simple, un boceto
repleto de caballos y revólveres, pero con menciones pasajeras a cosas de
nuestro tiempo como los drones o la gasolina.
Es en su esencia, en su mensaje, donde Se buscan mujeres sensatas es una novela especialmente recomendable para todo el mundo. Gailey celebra la transformación personal, el encontrarse a uno mismo, a la vez que expone a la cara muchos de los dolorosos problemas que nuestra sociedad actual enfrenta día a día. Personas diferentes, que no encajan en esos márgenes convencionales impuestos que muchos quieren marcar, viéndose ahogadas sin saber quién son de verdad. Sin embargo, Se buscan mujeres sensatas da una patina de esperanza, tanto en lo personal como en lo político, mostrando como la gente puede sobrevivir y marcar la diferencia en sus propios términos.
Hola :)
ResponderEliminarEs una de las lecturas conjuntas que tengo este mes y la verdad que le tengo muchas ganas
Un beso
¡Hoooola!
ResponderEliminarPues me intriga un montón, este futuro así al más puro estilo western, todo el tema de las bibliotecarias y su función... y encima, me fascina que al final sea una historia más bien intimista, sobre el autodescubrimiento y la superación personal. Desde luego es un SÍ para mí.
¡besos!