¿Cómo cambiaría el mundo si un
terrible virus acaba con casi todos los hombres? Esta pregunta que da para tanto
tema conversación, asoma la patita por cada página de incansable persecución
que nos ofrece Lauren Beukes en Afterland, la ultima publicación de la
autora sudafricana en la que ha pasado cinco años trabajando. Tras el
fantástico noir policiaco que supuso Monstruos Rotos, la
nueva novela de Beukes propone un viaje por carretera repleto de
vicisitudes y dudas. Una huida hacia delante por la América profunda de un
mundo distópico, trascendiendo géneros sin esfuerzo al mismo tiempo que añade un
toque exclusivamente sudafricano en sus personajes.
Cole es una de las supuestas
madres afortunadas. Su hijo sigue vivo, mientras que la gran mayoría de la
población masculina ha muerto. En cambio, no es oro todo lo que reluce: su hijo
Miles está encerrado en una instalación de investigación gubernamental, y solo
lo puede ver unas pocas horas al día. Con la ayuda de su hermana Billie, Cole
consigue sacar a su hijo de allí. Sin embargo, Billie solo quiere al
niño por que vale millones en el mercado negro. Así se inicia la huida de Cole y
Miles, tanto de su hermana como del gobierno, en una persecución constante que
nos llevará por comunas hippies, casas abandonadas y sectas itinerantes en un
mundo que ha cambiado menos de lo que parece.
Reconfigurando la sociedad
A priori, la premisa de la que
parte Lauren Beukes no es novedosa. Y: El último hombre de Brian
K. Vaughan y Pia Guerra o El hombre hembra de Joana Russ son buen
ejemplo de ello. Beukes se planta ante el lector con la imagen de una utopía
feminista que puede resultar más difícil de lograr de lo que imaginamos. El
mundo de Afterland es desequilibrado y aterrador, sin importar
quien esté a cargo de ello. La autora cuestiona constantemente las ideas
preconcebidas de que un mundo de mujeres sería un lugar más amable,
especialmente con vista puesta a pocos años de nuestra realidad actual y con
estructuras de poder bastante similares a las ya existentes.
“Que hayan
desaparecido todos los hombres no significa que el mundo sea seguro. Las
yonquis siguen siendo yonquis. La gente sigue siendo pobre, y hay personas
desesperadas y hambrientas, o gentuza, sin más.”
Interesada en esta
reconfiguración de la sociedad a raíz de una pandemia ficticia, Afterland
explora como las mujeres son capaces de ser tanto violentas, corruptas y agresivas como compasivas y cariñosas. Beukes dibuja
un paisaje donde la mujer es héroe y villano, criminal y salvadora a la vez. También,
uno donde la mujer debe aprender a marchas forzadas habilidades o conocimientos
que casi le son negados en la actualidad. Tampoco se olvida de una de las
preocupaciones sociales actuales: la complejidad y miedo de criar a un niño
negro en los EE. UU. Por supuesto, en un casi apocalipsis también tendrá sus
cultos, sectas y creyentes. Buena fe da ese segundo tramo de Afterland,
más pausado, con una Iglesia de Todos los pesares, que recuerdan al culto de
los «Culpables Remanentes» en The Leftovers.
Persecución a todo trapo
En esencia, y ya lo he dicho
varias veces en la reseña, Afterland es pura novela de huida y persecución. Una
huida por todo Estados Unidos en busca de la salvación para una madre y un hijo
que no quieren seguir encerrados. Beukes, mediante capítulos cortos y
contundentes, cambiando el punto de vista entre los tres protagonistas,
plantea un detallado viaje a modo de gato y ratón a través de una América
postapocalíptica. Sin embargo, por el camino, las inquietudes de cada personaje
se hacen vitales. Las dudas de una madre como Cole sobre hacer lo correcto, el
narcisismo sin complejos de Billie y el descubrimiento del mundo para un niño
inocente como Miles.
Los tres, salpicando el texto de coloquialismos sudafricanos y recursos comunicativos actuales (correos, videos,...etc), dosifican la información de modo brillante durante gran parte de la narración llevando siempre al lector de un capítulo a otro. Siempre queriendo saber más y ver la siguiente parada. Esta serie de viñetas entrelazadas construyen una narrativa de suspense total, haciéndonos reflexionar sobre ese nuevo mundo y todos los cambios que podría acarrear, siempre en simbiosis con la huida. A la vez, y dados los acontecimientos actuales, también permite al lector proyectarse dentro de esa pandemia global y pensar, una y otra vez, al igual que dije al principio: ¿Cómo cambiaría el mundo si un terrible virus acaba con casi todos los hombres ahora mismo?
Una sinopsis que atrae y como siempre ese toque tan especial que tiene Beukes, que sí, que lo hemos visto en alguna peli, serie, novelas o graficas, pero ahí esta, lo pongo en la pila. Gracias.
ResponderEliminar¡Eso es! Puede que sea algo ya visto (becouse pandemia), pero no deja de tener ese halo de Beukes :)
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