Un cálido escalofrío, de L. J. Salart

Un cálido escalofrío
L. J. Salart (Trad. de Blanca Rodríguez)
El astronauta imposible
Tapa blanda/Digital | 108 páginas |17,70€/2,90€

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Lo admito, siento debilidad por los experimentos narrativos. Confieso, tanto o más que por las historias interconectadas y los caleidoscopios de relatos que acaban uniendo sus hilos. Por eso, embarcarme en el viaje propuesto por L. J. Salart en Un cálido escalofrío ya venía con ciertas expectativas por mi parte. Por eso, y por que Lluis es cercano e íntimo. Y es que, aunque ya he leído recientemente a Lluis en su notable obra de ciencia ficción Proyecto Marte, esta obra no tiene nada que ver. O bueno, un poco sí. Un cálido escalofrío es un experimento, pero como la anterior, se articula también a través de relatos. O más bien, de testimonios. Esta es una especie de carpeta contenedora (¡y bien bonita!) repleta de historias de fantasmas del pasado. Sin embargo, no dan miedo. O bueno, un poco sí.

Entre relatos cortos, fotografías de Gil Garriga, dibujos de Ariadna Sanz, citas y pensamientos, Salart nos sumerge en una reflexión de lo más íntima y personal. Es un viaje hacia nuestros recuerdos y hacia nuestras vivencias más profundas. Es una travesía hacia nuestro interior y los miedos que residen dentro de cada uno. Es una lectura breve, de apenas una tarde, pero que pide leerse con pausa y parar a pensar cuando tu mente lo necesite. Cuando te lo pida, para dejarse embestir por las sensaciones subyacentes a cada historia. Para sucumbir ante sonrisas y dejarse llevar por algún mar de lágrimas. Como veis, es difícil hablar de Un cálido escalofrío. Y es que, a veces, ante los sentimientos faltan las palabras.

«Aunque no siempre se puede hacer lo que uno quiere, no hacerlo cuando se puede es de tontos.»

A medio camino entre prosa y poesía, Un cálido escalofrío se sustenta en las vidas del pasado, en los fantasmas aguerridos a nuestra existencia, así como en aquellos que nunca se han podido marchar del todo. Es un recuerdo sobre los que ya no están y un espejo sobre el que ver cómo afrontamos las cálidas visiones del pasado. Es un libro escrito desde el alma, arriesgado y muy personal en toda su existencia, de una belleza impoluta tanto a nivel estético como narrativo, que está repleto de niveles de lectura e interpretaciones acordes a la experiencia personal de cada lector.

Puede, al principio, sentirse todo un tanto descolocado: la sucesión de imágenes y textos no parecen tener sentido ni ir más allá de una simple historia. Tranquilo, ten pausa, el viaje merece la pena. Tu alma se verá estremecida a la par que bendecida y acariciada según pasen las páginas. Todo cobrará forma, encajará en tu perspectiva y enlazará un hilo conductor solo para ti. Deja que ese cálido escalofrío, y no se me ocurre mejor título, recorra cada uno de tus huesos. La sensación es indescriptible. Créeme.

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