Kameron Hurley (trad. de Natalia
Cervera)
Runas
Rústica / digital | 360 páginas | 18€ / 8,49€
Admito, vaya por delante, que no soy un gran admirador de cualquier tema bélico o militar. Ni en cine, ni en series o literatura. Sin embargo, si la gran Kameron Hurley (Las estrellas son legión) se presenta con una novela donde los soldados son enviados al frente en forma de luz digamos que el asunto cambia. O al menos, me resulta lo suficientemente interesante como punto de partida para darle una oportunidad. La brigada de la luz se sitúa unos cuantos años en el futuro, cuando el mundo ha pasado a estar controlado por grandes corporaciones en vez de jefes de gobierno (si es que esto no ocurre ya). Como bien dicta la base del puro capitalismo, solo se sobrevive si se trabaja para ellos. Ellos, ese ente abstracto, son el poder.
Tras perder tanto a su familia
como a su novia en la masacre de Sao Paulo, Dietz decide inscribirse en el Ejercito
Corporativo de Tene-Silvia jurando venganza contra Marte por el crimen
cometido. Tras unas semanas de formación militar, ha llegado el momento de
realizar su primer salto. De viajar a través de la luz para su primera misión
interplanetaria. Sin embargo, Dietz aparece en otro tiempo, junto a otro pelotón
y en una localización diferente a la que supuestamente debería estar. Un problema
que se repetirá en más de una ocasión.
Fragmento de la portada original
Con un estilo directo y sin
florituras, La brigada de la luz fluye rápida en dos partes claramente
diferenciadas, ambas contadas en primera persona. La primera, es la de
formación. Dietz nos describe el entrenamiento con mucho detalle, así como da a conocer algunos
miembros del pelotón y el momento actual del mundo. La novela va pasando por varios tópicos del cine o las
novelas militares, como por ejemplo, el acoso a los reclutas. Es una puesta a punto
convencional, un primer paso para subvertir el tropo que Kameron pretende.
Los problemas, en mi caso, llegan
con la segunda parte. Como un puzle desarmado Hurley nos lleva de
salto en salto, ofreciendo retazos de información a medida que nos hacia arrastra a
la intriga corporativa y retrata a su protagonista. Sin embargo, a mitad de la
novela, el interés decae estrepitosamente. Saltos y saltos que se vuelven
repetitivos sin aportar nada a la historia. Nombres y nombres vomitados en las páginas sin
que tengan el menor interés. Misiones que carecen de utilidad. Al final todo se
convierte en un juego sin mucha gracia ni destino, donde ningún personaje
importa, enfatizando una y otra vez su claro mensaje antibelicista y
anticapitalista con esencia esperanzadora.
Ilustración de Marina Vidal para la edición en catalán
La brigada de la luz
funciona como ciencia ficción de entretenimiento y critica al sistema
capitalista. Posee como virtud un tratamiento de género excepcional (un enorme aplauso a Natalia
Cervera por la pedazo traducción), triturando prejuicios ante el lector sin
darse cuenta y tratando de recordar a cada ser humano, que tenemos el poder en nuestras manos. Es un retrato de una futura sociedad totalitaria, donde la
información está controlada al completo y las personas son mera mano de obra
deshumanizada con derechos limitados. Es un manifiesto contra la explotación de
la clase obrera, el liberalismo y la guerra.
Aunque reconozco sus virtudes,
como el excepcional tratamiento de género o su discurso anticapitalista, La
Brigada de la Luz no ha sido una novela que me haya marcado especialmente
ni con la que haya conectado del todo. Es una lectura disfrutable, entretenida, con un
punto de Al filo del mañana que me encanta y un mensaje antibelicista
interesante, pero a la que le falta calado y enjundia en su segundo tramo para
conseguir ser memorable.
Increible reseña! La verdad es que a mi las historias belicas suele gustarme muchisimo en el cine pero nunca me ha dado por leer literatura belica en su esencia.
ResponderEliminarMira, si está entretenida, es diferente y encima tiene una buena crítica al sistema me la apunto porque no la conocía!
Un saludito!
Espero que la disfrutes :)
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