El despertar del leviatán, de James S. A. Corey

El despertar de leviatán

James S. A. Corey (Trad. de David Tejera Expósito)

Nova

Rústica / digital | 608 páginas | 21,50€ / 7,99€

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Partiendo de que soy un acérrimo seguidor de la serie televisiva, pensar que tarde o temprano acabaría sucumbiendo a la lectura de The Expanse era casi un hecho. Sin embargo, hasta que los astros no se alinearon -cuatros años después- y tanto Borja Bilbao (Calles de Tinta, Tryperion) como Consuelo (ConsuLeo) se animaron a leerlo conmigo de forma conjunta, no termine de tirarme a la piscina. Y bueno, el resultado, para bien y para mal, es justo lo que esperaba. El despertar del leviatán es una novela de ciencia ficción espacial entretenida y palomitera en la hay más hilos que costuras y donde los fallos apuntan más a un defecto de primera novela, tal como es el caso del dúo que forman los americanos Daniel Abraham y Ty Franck bajo el seudónimo de James S. A. Corey.

La trama de El despertar del leviatán es cuanto menos simple: cuando Jim Holden y su tripulación se encuentran con una nave abandonada y descubren un secreto que pondrá el mundo patas arriba. Un misterio pergeñado por manos desconocidas que hará estallar una guerra en el Sistema Solar entre marcianos, cinturianos y terrícolas. A la vez, el inspector Miller tiene la misión de buscar a una chica, hija de padres adinerados. Las dos tramas irán constantemente tirándose cabos una a otra, uniendo sus hilos y enredándose entre sí, donde una pequeña nave puede cambiar el destino de todo el universo.

Blockbuster espacial

Si hace un par de años recomendaba Materia oscura como blockbuster veraniego de ciencia ficción, El despertar del leviatán podría ser tomado por algo similar. Y es que James S. A. Corey propone un libro que no se lee, se devora. Es una ciencia ficción aventurera, de la que nunca se detiene y deja los términos más especulativos en un mero pasatiempo. La novela se nota desde un primer principio estar concebida para entretener, con un ritmo de lectura trepidante que pide consumir más y más rápido (y si no, preguntadle a Consuelo). Aquí no hay misterios que se alarguen, ni extenuantes capítulos reflexivos. La trama se mueve como un colibrí inquieto, donde los capítulos son tan cortos que se consumen antes que una cerilla y las respuestas llegan una tras otra sin parar. Sin embargo, el estilo adolece de un encorsetamiento redundante a solo dos puntos de vista, en los que hay momentos que son incluso indistinguibles para el lector.

Poster The Expanse Temporada 2

Personajes cliché

La mayor pega que se le puede poner a El despertar del leviatán es que todos sus personajes son un prototipo modelo. Holden es el héroe noble. Miller, el detective harboiled. Naomi, la chica geek independiente (o no tanto). Amos, el fortachón mecánico del grupo. Alex, el piloto. Pero no importa mucho. Abraham y Frank están interesados en la trama y su continuo movimiento. Es más, los personajes, no aparecen más que como un mero esbozo, con apenas tres o cuatro rasgos desdibujados. Son fichas en su juego escapista por el espacio. Podríamos salvar -un poco- de esta quema al detective Miller, quizá por que es el más interesante o distinguible, pero tampoco tanto. Sin embargo, los autores tapan este defecto batalla a batalla. El protagonismo es de la historia. El despertar del leviatán es un semi-thriller de consumo rápido, donde no ahonda en nada, pero te lo pasas bien.

Un worldbuilding prometedor

El universo que plantea El despertar del leviatán no es nada alocado: la humanidad ha conquistado el espacio, pero no tanto como podríamos pensar. Existe la capacidad de medio colonizar otros terrenos, como Marte o el Cinturón de asteroides. Sin embargo, la humanidad no dispone de ningún medio para viajar a la velocidad de la luz y algunos de los bienes esenciales (agua, por ejemplo) tienen que ser transportados de unos planetas a otros. Esto hace que la competencia y rivalidad entre terrícolas, marcianos y cinturianos sea tan interesante. El encuadre político en The Expanse es apenas un esbozo en esta primera entrega, pero es uno muy prometedor, tanto como sus planteamientos más culturales, con familias multiparentales y dialectos. Es cierto, les queda mucho trabajo por hacer en las futuras novelas de la saga y el conflicto interplanetario esta aquí en segundo plano, pero se atisba un futuro propicio dentro de la serie.

The Art and the Making of The Expanse

Serie vs. libro

Mi principal problema con el libro es haber visto la serie primero, ya que este primer libro transcurre aproximadamente durante las dos primeras temporadas de la serie. Los hechos y misterios principales son los mismos que toca la serie (con algunos cambios en los personajes), pero el encorsetamiento a esos dos puntos de vista en El despertar del leviatán no le sienta bien. Lo hace una lectura amena, entretenida y rápida, pero le falta desarrollo, sobre todo el escenario en el que sucede la historia, que la serie si tiene. La adaptación se nota mucho más equilibrada en este aspecto, conocedora del resto de libros y personajes, expandiendo a otros puntos de vista desde un primer momento. Sin embargo, debo admitir una vez más, que he devorado las 600 páginas del volumen en apenas una semana. Por algo será.

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Al fin me he subido a la Rocinante literaria, y no lo pude haber hecho en mejor momento. Si necesitas un pasatiempo espacial, de consumo rápido y repleto de batallas espaciales, El despertar del leviatán es el blockbuster palomitero que estás buscando. Acción espacial de ritmo endiablado y prometedor futuro. La guerra de Calibán, allá vamos.

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