Brandon Sanderson (Trad. de Pilar Ramírez Tello)
Ediciones B | Sin Límites
En una serie larga de libros es
imposible que alguno no falle o que guste menos por los motivos que sea. Que baje el nivel o sirva simplemente
como mera transición hacia el final de la historia. En el caso de la penúltima entrega de la saga de Alcatraz aboga por una entrega de
transición hacia el capitulo final de la historia, que en general, gusta menos que todas
las anteriores. En la cuarta entrega de su serie autobiográfica Alcatraz nos
cuenta como se enfrenta a la facción de las Lentes Fragmentadas, un gran ejército
de Bibliotecarios con peligrosos robots gigantes que intentan conquistar Mokia y odian todo tipo de cristal o tecnología silimática.
¿Logrará el gran héroe Alcatraz Smedry salvar el reino de Mokia? Con su estilo
particularmente disparatado donde conecta las propias divagaciones con la
trama, acompañaremos de nuevo a Alcatraz y sus amigos en una nueva y peligrosa
aventura en la que nos sigue intentando hacer ver que no es el gran héroe que todas las historias dicen.
La cuarta entrega de Alcatraz es
un mero escenario para encaminarnos hacia el final de la historia.
Argumentalmente es la más floja de las cuatro que llevo leídas, el ritmo es
bastante menor y todas las revelaciones o momentos interesantes se concentran
en las interesantes páginas finales. En este cuarto volumen el juego con el narrador
que tanto me gustaba de romper la cuarta pared a veces se le va de las manos,
es desmedido, demasiado exagerado o forzado. Es cierto que sus comentarios
mordaces dentro de lo absurdo siguen teniendo toques muy simpáticos sobre
literatura, política, religiones o guerras, pero hubo partes en que llegaba a resultar
cargante. Aun así, sigo alabando esa inventiva y verborrea de los particulares
monólogos de Alcatraz, sin ellos estos libros y las introducciones a cada capítulo no serían lo mismo y perderían toda originalidad.
Este es el volumen donde el
lector recibe más respuestas para la historia central, donde algunos secretos
son desvelados y nos ponen en sintonía para el resto del relato. El final
de Las lentes fragmentadas nos vuelve
a poner por el buen camino, tanto que resulta imposible no leer el primer
capítulo de El talento oscuro que
viene al final del libro. Se hace mayor hincapié en los misteriosos Talentos de los Smedry
y en las poderosas lentes oculantistas. No por nada Brandon
Sanderson es uno de los reyes en sistemas mágicos, y aquí no podía ser
menos. Al principio puede parecer superficial y simple en el primer libro, pero como bien
recuerdan sus leyes de la magia, lo va exprimiendo hasta agotar todas las posibilidades.
El estilo de ir categorizando y describiendo cómo funciona todo el sistema es puro Sanderson. Los lectores más
adultos y asiduos del autor podrán elaborar teorías de su funcionamiento y origen como en cualquier libro de Cosmere.
La cuarta entrega de la saga Alcatraz supone un entretenido volumen de
transición hacia su conclusión, pero que esta un peldaño por debajo de sus
predecesoras. Es interesante visitar y conocer Mokia, un nuevo miembro Smedry
se nos une con su peculiar Talento y descubrimos por fin alguno de los secretos
que llevan bien guardados desde la primera entrega. Con menos acción y aventuras,
esta entrega conserva el mismo estilo alocado y divertido que sus predecesoras. Tanto la traducción de Pilar Ramírez Tello, las ilustraciones interiores de Hayley Lazo como la cubierta de Marina Vidal, siguen haciendo que los volúmenes sean perfectos. Alcatraz sigue siendo un divertimento, un
pasatiempo, una lectura ideal para la edad a la que va dirigida que todos
podemos disfrutar gracias a su dinámica y comentarios mordaces. Todo queda en el aire
para una quinta entrega que promete desvelar muchos secretos y claves para conocer la verdadera historia de Alcatraz Smedry ¿Conseguiremos por fin ver la escena del altar tan
prometida en cada libro? La respuesta, en El
talento oscuro.
Los secretos que nos desvelan
Ositos de peluche bomba
El capítulo Shakespeare
Las ilustraciones y edición
Es el más flojo argumentalmente
Algún monologo forzado
La cuarta entrega de Alcatraz es
la que menos me ha gustado de todas, pero la más necesaria para conectar la
historia general. Las respuestas que se dan durante el tramo final son clave
para encarar la conclusión en El talento
oscuro. Aunque ha resultado un poco más cargante que nunca, los monólogos
de Alcatraz siguen teniendo algo especial, un toque simpático sin el que la
saga no sería lo mismo. Ahora que justo se acaba de publicar la última parte de
la historia, tengo ganas de ver como Brandon
Sanderson una vez más se las ha ingeniado para conectar toda su historia.
Espero que el siguiente te guste tanto como los anteriores.
ResponderEliminarUn beso.
Tengo ganas de ver como cierra Sanderson :)
Eliminar¡Hola! Ya me conoces un poco y sabes que no soy fan de Brandon Sanderson, así que no tengo intención de leer esta saga.
ResponderEliminarBesos!
Cuento con ello en cada entrada que escribo de Sanderson XD
EliminarEn Sant Jordi vi los primeros y me sorprendió que fueran tan tochitos XD Le tengo mucha curiosidad a esta saga por ser de Sanderson, pero con todo lo que tengo encima creo que tardaré bastante en leérmela XD
ResponderEliminarEntre ilustraciones y que el tamaño de letra es grande se queda en unas 200 páginas o menos, se lee en un suspiro. Tienes mucho Sanderson pendiente. Let´s go :)
EliminarMe gustaría leer algo de este autor, aunque viendo tu reseña no empezaría por éste. Saludos.
ResponderEliminarSon middle-grade, no tiene nada que ver con sus historias adultas pero son muy entretenidos. Disfruta de Sanderson :)
EliminarNo he comenzado con estos, los miro con curiosidad de momento
ResponderEliminarBesos
Entretenido, pero nada más si no eres aficionada al middle-grade. Yo tiraría por el lado adulto primero :)
EliminarBueno en sagas tan largas suele ser normal que alguno flojee...a ver si en el siguiente no pasa!
ResponderEliminarUn beso!
Tengo ganas de ver como cierra la saga :)
EliminarAun siendo el más flojo tiene sus partes buenas. El capítulo de Shakespeare es estupendo, y el talento de la joven Smedry (otro día busco el nombre) para las matemáticas me ganó desde su primera aparición. Aquí en casa estamos padre e hija impacientes porque salga el quinto.
ResponderEliminarSaludos.
Si, el capítulo de Shakespeare es brutal. Que ganas de tenerlo en las manos y devorarlo :)
EliminarNo he leído nada de esta saga, pero por lo que dices creo que podría ser un buen entretenimiento.
ResponderEliminarSi, con ese punto mordaz que le añade Sanderson, todos los podemos disfrutar :)
EliminarTengo unas amigas *cof Beleth cof* que no para de meterme a Sanderson por todas partes. Pero no sé si empezar por aquí o por otra saga más adulta. Aunque esta tiene pinta de ser muy divertida
ResponderEliminarMil besos^^
Yo empezaría por la parte adulta para ir descubriendolo. Esto es un Sanderson más gamberro, mas entretenido. Un abrazo^^
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