Epifanía, de J. V. Gachs

Epifanía
J. V. Gachs
Dolmen Editorial
Rústica | 224 páginas | 17,95€



Publicar tu novela primero en inglés, y luego ser la propia traductora que la traiga a su propio idioma, no es algo que se escuche todos los días. Esa es una de las primeras —y que atrajo mi atención, más allá de la hermosa cubierta de Marcela Bolívar— curiosidades de Epifanía, que vio la luz primero en inglés en la editorial Off Limits Press, en el año 2023, y este año llegó a las librerías españolas desde la colección Stoker de Dolmen. Profundamente enraizada en la mitología asturiana, rodeada su historia de paisajes angustiosos y narradores nada fiables, Epifanía se erige como un macabro cuento de hadas (asturiano e internacional) que nos envuelve con su atmósfera de terror popular español y nos golpea con una novela de aprendizaje y metraje encontrado de lo más aterradora.

Los peligros del podcast de crímenes reales
La novela parte del momento en el que Estela, que está embarazada, se entera de que su esposa Eva se ha ahorcado en un roble. No se lo puede creer, no sería algo propio de ella, y menos dejándola embarazada. Revisando sus pertenencias (grabaciones, emails y cartas), nos enteramos (pronto) de que Eva es una periodista obsesionada con los crímenes del llamado Jardín de los Horrores, del cual llevaba un tiempo grabando y preparando un podcast de crímenes reales mientras revisaba el caso hasta el fondo. Así, Epifanía que tiene que ver con su acepción de fiesta católica— nos lleva por los descubrimientos de Estela, las grabaciones de Eva, y los testimonios sobre la asesina convicta (Coral) quien siempre sostuvo que no fue ella quien mató a su familia y a su recién nacido desaparecido, sino un espíritu maligno del bosque.

Cuidado con las xanas
Las xanas, originariamente pertenecientes a las antiguas creencias precristianas de los celtas, son para todo asturiano —como servidor— uno de los seres de la mitología asturiana más conocidos. Con puntos en común con las ninfas o hadas europeas, siempre ligadas al agua, habitualmente simbolizan la pureza y la fertilidad, es decir, la vida. Descritas como seres de gran belleza, con cabellos dorados y vestimentas de seda, siempre han tenido una compleja relación con los humanos. A veces, son bondadosas y afables, protegiendo al pueblo. Otras, sin embargo, atraen a hombres cual sirenas para dejarlos atrapados para siempre. En Epifanía, J. V. Gachs utiliza una versión retorcida del mito donde, tras cierto tipo de ofrenda, se dará como resultado un tesoro que la persona desea. Los detalles de la leyenda están dentro del libro, y a la vez, están retorcidos hacia su vertiente de cuento de hadas oscuro que debéis descubrir. Eso si, no hay Bollo de Cuatro Picos para salvarnos.

Undine de Friedrich de la Motte Fouqué, de Arthur Rackham

Collage de formatos
Una de las particularidades al leer Epifanía es la velocidad vertiginosa que adquieren sus páginas, y por tanto, su lectura. Para ello, J. V. Gachs arma un puzle en los que cada pequeño capitulo esta, de alguna forma, encorsetado en el siguiente. Las reflexiones o descubrimientos de Estela nos llevan a un momento temporal de Eva, que a su vez, encaja con las entrevistas a Coral, quien hace, en primera persona, un pequeño zoom en su propia historia. Las vidas de las tres mujeres se conectan indirectamente, repercutiendo unas sobre otras sin que sean conscientes de ello. Capítulos cortos, giros sorprendentes, narradores no confiables (que siempre ponen en duda lo real) y un collage de narrativas (transcripciones, correos y cartas) que encajan a la perfección, no se andan con rodeos, crean la incertidumbre necesaria y cuentan lo que quiere contar de forma efectiva,, y de alguna forma, profunda.

El trauma de volverse adulto
Una de de las características de Epifanía es que, más allá del misterio y el horror, es también un coming-of-age, un libro de esos donde vemos un pequeño rito de paso a la edad adulta distorsionado. O del trauma de volverse adulto. De descubrir la Verdad (con V mayúscula). Verlo, en este caso, desde los ojos de Coral… es espeluznante. De repente tu realidad se ve trastocada, la magia no existe, los Reyes son los padres, y todo lo que creías real… no lo es. Los personajes de Epifanía, desesperados, son capaces de agarrarse a cualquier clavo ardiendo para seguir creyendo, para sobrevivir en este mundo cuya realidad se les hace insoportable. Epifanía, en cierta forma, es un examen de la fragilidad humana, del dolor interno no comprendido, de los traumas que supone ser consciente del mundo real, y de descubrir que los horrores más grandes del universo están mucho más cerca de lo que puedas pensar. A veces, hasta los conoces y tienen rostro.

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