La espada de los cincuenta años, de Mark Z. Danielewski

La espada de los cincuenta años
Mark Z. Danielewski (trad. de Javier Calvo)
Alpha Decay / Pálido Fuego
Rústica con solapas | 288 páginas | 20,90€



Cuando entre tus libros favoritos esta un monstruo complejo repleto de puertas secretas como es Casa de hojas, volver a leer algo de su autor Mark Z. Danielewski se convierte en un arma de doble filo. Por un lado, quieres volver a vivir esa experiencia especial que te hizo sentir uno de sus libros que has convertido en objeto de adoración. Pero, por otro lado... tienes el miedo de que eso tan especial que has vivido nunca vaya a volver a pasar. Y probablemente, este bien y haya que aceptarlo como tal, ya que es algo que solo sucede en incontables ocasiones a lo largo de tu vida como lector. Sin embargo… leer La espada de los cincuenta años me ha hecho volverme a enamorar (más) de todo lo que hace Mark Z. Danielewski. Una novela corta — o más bien, solo un cuento— que consiste enteramente en un diálogo, un dialogo fragmentado, una ráfaga de voces que se interrumpen mientras cuentan una historia, que es, como en Casa de hojas, también una especie de historia fantasmas.

Una noche de Halloween diferente
Chintana, una costurera del Este de Texas, acude la noche de Halloween a una fiesta organizada por Mose Dettledown — de 112 años—  en honor de Belinda Kite. Por desgracia, a Chintana no le cae muy bien Belinda dado que ha tenido una aventura bastante reciente con su marido. En la fiesta, Chintana se encuentra, además de algo perdida, con cinco huérfanos a los que acompaña cuando un sombrío narrador se presenta en la puerta cargando con una caja de dos metros marcada como T50YS. Y así nos sumergimos en la narración, en una especie de fantasía gótica con tintes heroicos, en un viaje de venganza digno de Kill Bill que comienza con una búsqueda por el Valle de la Sal, pasando por el Bosque de las Notas que Caen y finalizando en la Montaña de Muchos Caminos. La búsqueda de una espada. Una espada extraordinaria y única con la que culminar su venganza.


Una obra especial
La novela corta nació en 2005, en extrañas circunstancias, gracias a la editorial holandesa De Bezige Bij que publicó las primeras dos ediciones en tiradas de apenas 1000 ejemplares. No sería hasta 2012, con Mark Z. Danielewsky ya consolidado con su Casa de Hojas y Only Revolutions en el mercado editorial, cuando podríamos encontrar una versión comercial en inglés que llegaría de la mano de Alpha Decay y Pálido Fuego a España en 2014. Sin embargo, por el medio de todo este camino se pudo disfrutar de una representación teatral — disponible online—  donde cada actor lee las palabras de los cinco oradores de la novela mientras otro hace sombras. Danielewski es uno de los máximos exponentes en eso que conocemos como literatura ergódica y que el académico Espen Aarset define, para que os hagáis una idea, como aquella donde se requiere un esfuerzo no trivial para permitir al lector atravesar el texto. Si eres uno de esos a los que Casa de hojas de intimide, La espada de los cincuenta años es un punto mucho más accesible tanto a la obra de Danielewski como a la literatura ergódica, dado que su tipografía coloreada y ortografía no estándar tienen un esquema narrativo sencillo y bastante similar al de un cuento de hadas.

Las voces múltiples
Afirma el propio Mark Z. Danielewski al inicio de La espada de los cincuenta años, que en calidad de autor, no ha hecho más que tomar prestados todos estos fragmentos recopilados y cosidos que provienen de entrevistas realizadas de forma independiente a cinco narradores anónimos. Las voces superpuestas, representadas cada una por comillas de un color otoñal, se presentan en la página como una especie de poema en prosa que recombina cada uno de estos fragmentos. El espacio en la página se rodea de dibujos abstractos, cercanos a los fractales, que juegan con la imaginación y el color para crear un espacio liminal donde texto e imagen se complementan para el lector. Un collage de medios (realizado por el Atelier Z compuesto por Regina Gonzales, Claire Kohne y Michele Reyerte) que proponen un juego metatextual anclado en la narración y provocan en el lector la sensación de moverse a ritmo de cuento oral.


El plus Danielewski
Cuando abres La espada de los cincuenta años, al contrario que con Casa de Hojas, sientes que todo parece muy vacío. Es más, la mayoría de los anversos de las páginas del libro están en blanco. Aquí la imagen parece prevalecer al texto. Sin embargo, todo está ingeniosamente compuesto para que esos cinco hablantes nos engatusen, complementen y lleven todo el rato a pensar: ¿son estos narradores los cinco huérfanos (Tarff, Ezade, Iniedia, Sithiss y Micit) o está Danielewski proponiendo algo más de lo que parece? Acostumbrado a los juegos del autor, donde busca esa ilusión de realidad, uno tiende a pensar en códigos como los que puedan dejar las palabras mal pronunciadas por algunos narradores o a buscar anagramas entre los nombres que aparecen. Todo se puede leer como un simple cuento de venganza y redención muy bien decorado e ilustrado, pero siendo Danielewski, tiendo a dar una vuelta más. Por que la novela corta, a parte de parecer destinada a ser leída en voz alta dejando multitud de detalles silábicos y juegos con el lenguaje, puede quedarse como un cuento macabro. Un cuento sobre la violencia, pero también sobre el trauma y el poder de reconectar o reparar. Al final, La espada de los cincuenta años es una historia de fantasmas posmoderna, ilustrada a través de la costura, en un historia de venganza que propone mucho más que fúnebres puntadas.

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Comentarios

  1. Vale, me has convencido jajaja Me lo anoto y seguro que lo leo antes que Casa de hojas, que siempre me agobia un poco :-)
    Un beso.

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    Respuestas
    1. Muchísimo más asequible y sencillito de leer. Espero que lo disfrutes :)

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