Ahsoka, de E. K. Johnston

Ahsoka
E. K. Johnston (trad. de Gema Bonnín)
Planeta Cómic
Rústica | 288 páginas | 20€



Corría el año 2008 cuando Star Wars se pasaba al terreno de la animación para tratar de contar las historias entre el Episodio II y el III. El programa se llamaría The Clone Wars y alcanzaría la friolera de 133 episodios. Aunque al principio no tuvo una gran repercusión, con el paso de las temporadas la serie comenzó a ganar más y más seguidores, planteando algunas preguntas y respuestas interesantes para expandir todo el lore que rodea a Star Wars. Los personajes establecidos cobraron una nueva vida, las acciones de otros en el futuro ganaron contexto y por supuesto, algunos nuevos personajes recalaron fuerte en la franquicia. Y si nos ponemos a mirar a fondo, me atrevería a decir que el más importante de todos ellos ha sido Ahsoka Tano.

La togruta padawan malcriada y bastante irritante durante la primera temporada de The Clone Wars, fue ganando fanáticos que comenzaron a amarla con el paso de los episodios. Probablemente, el personaje que mayor evolución y popularidad ha ganado a lo largo de las series de Star Wars. No es para menos. Sus apariciones en Rebels, y más adelante, por primera vez en carne y hueso en The Mandalorian, dan fe de su importancia. Y mucho más ahora que tenemos su propia serie ya casi a vista de pájaro. Ahsoka Tano es uno de los personajes más relevantes en el actual canon de Star Wars, y la novela de E.K. Johnston de la que voy a hablar, es un punto intermedio que puede ayudar a entender la evolución del personaje.

Ahsoka Tano por Danny Haas
Rellenando huecos
¿Qué paso con Ahsoka entre el devastador final de The Clone Wars y su primera aparición en Rebels? Aunque la novela de E. K. Johnston no da todas las respuestas que podríamos esperar, esta historia sigue siendo un capítulo esencial (y canónico) en la vida de Ahsoka Tano y una especie de respuesta a ese vacío. Ahsoka Tano está huyendo. Después de dejar la Orden Jedi poco antes de la Orden 66, se unió a los ciudadanos promedio de la galaxia y vive escondida, con otra identidad. Se encuentra en un planeta llamado Raada, que sufre el mismo tipo de maldad burocrática que se supone que el Imperio está cometiendo en todo el espacio de la antigua República. Mientras que el Imperio empieza a obligar a los granjeros del área a la servidumbre, Ahsoka tiene que tomar una decisión: seguir huyendo o rebelarse como Jedi.

Mejor si conoces al personaje
Aunque la novela de E. K. Johnston sabe proporcionar al lector suficiente contexto sobre Ahsoka para poder subirse a bordo de la novela, es mucho más disfrutable para todos aquellos que conocen al personaje de antes. Al narrar la vida de Ahsoka tras los acontecimientos de The Clone Wars, es prácticamente esencial saber sobre el personaje para poder comprender la evolución emocional que esta pasando delante de tus ojos. Algo muy habilidoso por parte de la autora, que sabe capturar ambos lados de su personalidad, desde la parte más entusiasta y confiada hasta la contemplativa Jedi. E. K. Johnston sabe explorar en los antecedentes de Ahsoka y revolver en la psique del personaje, provocando cierto impacto emocional a través de referencias y conversaciones que avivarán a todos los amantes de la continuidad en Star Wars.
Ahsoka por Wllfgang Leblanc
La vida es cambio
La Ahsoka que conocemos en la novela es diferente. Esta en un momento de cambio, conservando algunos aspectos de como la conoces en The Clone Wars, pero que tampoco es la que has visto más tarde en Rebels o The Mandalorian. Es una persona que esta aprendiendo a dejarse llevar, a seguir algunos de sus instintos y sobre todo, a seguir adelante. La novela de Ahsoka es un viaje más reflexivo e introspectivo de lo que uno puede esperar en una novela de Star Wars, con la palabra soledad bien impresa en la primera mitad de la novela. Un transcurso en el que la togruta intenta acostumbrarse a su nueva vida, reaccionando al cambio vital que esta soportando. Ahsoka nos muestra a una padawan algo reservada, emocionalmente distante a veces, pero que conserva su insolente actitud cuando hace falta y el heroísmo desinteresado que siempre ha llevado dentro. Lo que podría haber sido solo una divertida historia de aventuras, al final resulta ser una meditación sobre adaptabilidad de la vida.

Personajes herramienta
Quizás el mayor escollo en contra con el que juega Ahsoka, aparte del de tener que conocer a la protagonista de antemano, es el de sus personajes de usar y tirar. Sus relaciones con otros personajes son bastante sólidas, pero esos personajes se sienten un poco subdesarrollados y carecen de mucha descripción. Son personajes herramienta, cuyas perspectivas están garantizadas por lo que sucede en la historia y tiene sentido que se les dé tiempo para brillar, pero con tan poco tiempo dedicado a ellos como personajes que es difícil que nos importen. Esta historia de una Jedi solitaria termina sintiéndose no tanto como un vistazo a una historia poco conocida, sino como una pausa entre regímenes y un capítulo de su vida. A través de ella, Star Wars aprovecha para rellenar algunos huecos de su línea temporal, regala unos capítulos intermedios desde puntos de vista que volverán locos a algunos fans (como yo), y nos cuenta donde comienza la andadura de Ahsoka con el movimiento Rebelde como Agente Fulcrum así como donde consigue sus emblemáticos sables de luz blancos.

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