Sacrificios humanos, de María Fernanda Ampuero

Portada de Sacrificios humanos con un fondo blanco, salvo un camino de tonos grises, que finaliza con una figura humanoide que por cabeza tiene una especie de raíces rojas.
Sacrificios humanos
María Fernanda Ampuero
Páginas de Espuma
Rústica / digital | 144 páginas | 15€ / 5,99€



La palabra violencia es una de esas curiosas palabras que tiene varias connotaciones dependiendo de su contexto. Ya desde su origen etimológico, derivado del adjetivo violens, -entis que significa furioso o impetuoso, así como su origen latino, el sustantivo vis, asociado en el época romana a la idea de fuerza y poder físico. Por supuesto, hay mucho más donde escarbar. El mundo esta poblado de violencia. La sociedad es violenta desde su misma naturaleza y origen. Existen los que tienen poder, y existen los que viven sumisos de dicho poder. La violencia siempre ha sido un arma más que una herramienta.

Puede ser a través de acciones o del lenguaje mismo, pero también con los silencios e inacciones. Es en si misma, la palabra violencia, algo que podríamos decir complejo de definir por completo. Sin embargo, al final, es un concepto (por mucho que nos pese) del que todos los humanos formamos parte. María Fernanda Ampuero se propone en Sacrificios humanos hacer una cartografía de la palabra violencia, poniendo el ojo avizor en todas esas violencias de nuestras vidas que nos esforzamos por ocultar cada día.

Ilustración de Martina Chinose

Los doce relatos que forman la antología son un recorrido, desde una perspectiva desoladora y bastante dura, de la violencia de género, las tóxicas relaciones familiares, la añoranza de la infancia, la huella migratoria, la intolerancia y la marginación. Doce textos relatados con crueldad, que respiran en las luces y sombras del mundo, demoliendo y derribando los muros del lector con cada palabra. Lo grotesco se da la mano con lo terrorífico, supurando dolor y consternación, haciéndonos participes de esa mirada escondida: ¿Quién no ha visto actos deleznables por la calle y se ha callado o mirado para otro lado?

La violencia latente sufrida por las mujeres, los intersticios sórdidos tras una institución familiar, la crueldad de una sociedad que deja lo peor para los más débiles, y la marginación hacia aquellos que se salen de la norma. La mayoría de cuentos en Sacrificios humanos, situados en esa tradición latinoamericana entre lo costumbrista y fantástico, indagan por los caminos de la violencia y el miedo, haciendo que María Fernanda Ampuero se situé en ese radar de escritoras latinoamericanas que hibridan el genero con un punzón como Samantha Schweblin, Mariana Enríquez o Mónica Ojeda.

Imagen extraído de la ONU

Sus cuentos beben de la realidad más directa, la transforman con su estilo tan violento como contundente, casi siempre en primera persona, y nos muestran como cualquiera puede ser el mismo demonio (sin darse cuenta) en un momento determinado. Cada texto provoca cierta conciencia lectora, embistiendo de lleno la condición humana, en unos cuentos comprometidos pero sin ser nunca llegar a ser panfletarios. Sacrificios humanos se esfuerza en afilar cada texto, ser demoledor en cada punch y describir lo podrido del mundo sin tapujos. Tanto, que lo difícil al cerrar la brevedad de sus paginas, es escoger alguno de los favoritos. Sin embargo, siempre me quedaré con Sacrificios, un fascinante dialogo entre un matrimonio atrapado en un laberíntico parking de un centro comercial. El resto, dejo que lo descubráis vosotros mismos.

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