Aranzazu Serrano
Fantascy | Plaza & Janés
Hace 40 años aproximadamente que el reino de Neimhaim fue formado. La Alianza entre los clanes kranyal y djendel fue un paso adelante para los habitantes de estas tierras. Los hijos de la Nieve y la Tormenta, Ailsa y Saghan, se proclamaron como los Reyes Blancos y gobiernan la región desde su alzamiento. De igual modo que las Eddas, Aranzazu Serrano avanza en los años del reinado de Neimhaim para llevarnos al día en que Jörn -el hijo de los Reyes Blancos- regresa de su obligado exilio en las conocidas y agrestes montañas de Karajard para afrontar su destino. Él es el primer dos sangres, nacido como la prometida fusión entre ambos clanes tal cual la Profecía auguraba.
Un gran destino le aguarda. Las Hilanderas
así lo han escrito. Debe desafiar a su madre -la gran reina blanca Ailsa
Bäradlig- en un duelo a espada. Además, le espera un matrimonio concertado con
una mujer que ni siquiera conoce. Lo que nadie sabe es que una sombra vuela
sobre el reino de Neimhaim. Un secreto
que lleva demasiado tiempo guardado respecto a dos hermanas gemelos dará un
vuelco tanto sobre la vida de Jörn, y sobre todo Neimhaim. Aranzazu consigue
mezclar nuevos y viejos personajes en una historia completamente nueva, aunque con alguna
reminiscencia al volumen anterior. Añade a la mezcla una pizca más de épica y
madurez, desgarra de nuevo ciertos estereotipos tradicionales de la fantasía, y aborda
de forma más seria un conflicto moral en ciernes.
"Una tormenta aún más grande estaba por venir. Una tempestad como
nunca había conocido, que barrería todo lo que era y cuánto había
querido."
Novela coral, ante todo
Ya en Los hijos de la Nieve y la Tormenta la autora madrileña demostraba que le gusta construir todo tipo de
personajes. El arco de evolución de cada personaje es constante. Todo crecen y
se desarrollan de manera coherente y fiel a sus principios. Al final del libro, es palpable la cantidad
de aristas y facetas que arrastra cada personaje. Comprendes -aunque no las
compartas- las decisiones de algunos personajes con los que no te identificas.
Aranzazu pone especial énfasis en
retratar sus personajes, creando una especie de mundo interior para cada uno. Un
homenaje a las sagas nórdicas, pobladas siempre de muchos personajes, tanto
destinados a la grandeza como a la peor de las muertes.
La nueva generación de personajes
se entremezcla con la anterior para escribir su propia historia. Su propio legado. Las reminiscencias vikingas y célticas
siguen a la orden del día en cuanto a inspiración, pero en esta ocasión hemos de añadir un sustrato de la cultura sumeria (que detalla
Aranzazu al final del libro) para crear una nueva raza. Un factor que dota a la
novela de un nuevo misticismo. Puede que Neimhaim haya dejado un poco de lado
el halo divino nórdico de su primera entrega sin la aparición de tanta deidad,
pero a cambio nos regala una nueva y misteriosa raza no exenta de su propio
exotismo y particularidad.
Dudas, miedos, limitaciones y
fortalezas. Cada personaje es capaz de sorprender en su evolución. A veces, es
inesperado hasta dónde son capaces de llegar y hasta donde han cambiado para el
lector conforme pasan las páginas. Está claro que ninguno es la sombra que se avistaba al principio, pese a que
algunos de sus pilares estuvieran presentes para el ávido lector. Pero si
algo busca El azor y los cuervos es romper
moldes. Si bien la primera entrega nos ponía en la piel de una guerrera, aquí Aranzazu
nos planta delante de un héroe homosexual como hace Richard Morgan en Sólo el acero. Pero no solo es ese detalle. Por toda la novela
planea una sensación de canto al amor
libre en sus personajes, como ella misma explicó en la entrevista que le
hicieron en 20 Minutos.
‘En El azor y los cuervos hay cinco personajes protagonistas y no solo
hay uno homosexual sino que en general, en todo el libro, he querido que el
concepto de amor sea muy abierto. He querido demostrar que el amor es amor independientemente
de quién lo da y quién lo recibe.’
Una historia. Tres libros
La segunda entrega de Neimhaim tiene
todos los elementos necesarios para poder leerse de forma independiente. Mapas,
glosario y algunas explicaciones rápidas que acompañan durante los primeros compases. El estilo
preciosista y altamente descriptivo de Aranzazu sigue a la orden del día,
con particular habilidad visual para las narraciones más épicas. Bien es
verdad, que el lector anterior estará más comprometido con el escenario -que
consigue ampliar y revisitar en profundidad- y los personajes anteriores por
lo que su disfrute será mayor. También repite en esta segunda entrega su particular
estructura. De nuevo nos encontramos con tres libros completos, cada uno de ellos dividido en dos partes.
Representación de Njardarheimr
En el primer libro llamado Dos
Sangres nos encontramos con la presentación de la historia. Aranzazu va
pelando capa a capa a cada personaje, haciendo brotar el nudo y meollo de la historia.
Nos lleva con buen tempo a través de estos nuevos protagonistas de forma
emocionante. Será el segundo libro, Un nuevo rey, la que suponga un
momento valle para el lector. Un buen puñado de páginas que hacen una pausa en
el conflicto principal de la historia y que podría haberse resuelto en bastante
menos texto. Narrados con tino y acierto, con pulso y emoción, no suponen más
que un pequeño alto en el camino entretenido y poco original. Será en la
tercera, El azor herido, donde las revelaciones se pongan a la orden del
día. Con cierta sensación apresurada, la historia coge un ritmo vertiginoso para cerrar
de nuevo por completo su historia. Los saltos de un punto a otro son constantes. Eso si, siempre dejando un resquicio para una nueva -y
esperada- tercera entrega.
El conocimiento es poder
Ya he hablado sobre el canto al
amor que impera por toda la segunda entrega de Neimhaim, pero sí creo que hay
un tema que sobrevuela la historia es el de la importancia del conocimiento. Tanto el
conocimiento de uno mismo, el conocimiento del entorno que te rodea, como el simple
conocimiento cultural. Aranzazu potencia la idea de que la sabiduría es una clave de poder a través de varios personajes. Por ejemplo, un ciego y un manco demuestran que a veces se puede ser más fuerte con inteligencia que con la simple
fortaleza física. La inteligencia es un arma más y si se sabe usar, es mucho
más peligrosa. Tanto que puede terminar con reinos enteros o auparte hasta el
poder.
"La inmortalidad que buscas no está en vivir eternamente sino en
conservar vuestro precioso conocimiento. La sabiduría jamás debe perderse."
La segunda entrega de Neimhaim gana en madurez, epicidad y conflicto moral. Sin embargo, pierde cierto halo de misticismo divino que hacia
relucir la primera entrega. A cambio nos entrega una serie de engaños, de giros
argumentales inesperados, y una constante evolución palpable de todos sus
personajes. Espero que las Hilanderas vuelvan a maniatar los hilos de Aranzazu y su teclado para que podemos volver a pisar las tierras de Neimhaim en una tercera entrega con nuevos y viejos protagonistas.
Otras reseñas de interés:
Este si que lo he leído y, aunque no me gustó tanto como a ti, me pareció muy entretenido
ResponderEliminarBesos
Aunque es un buen tochal, es muy entretenido, si :)
Eliminar¡Hola Dani! Primero, y ante todo, mil gracias por tu reseña, soy consciente de que es un libro muy complejo para reseñar y sembrado de spoilers, ¡es muy difícil hablar de él sin desvelar nada! Quería contarte que la zona "valle" de la que hablas, en el libro de 'Un nuevo rey' incluye las escenas más complejas, difíciles de escribir y a la vez más divertidas con las que me he topado hasta ahora en mi vida como escritora. En la presentación del Celsius desvelé que en las J. de T., inspiradas en competiciones históricas como los juegos escoceses, incluí a modo de cameo, a otros escritores como Concepción Perea, Juan Cuadra y David B. Gil, además del Librero del Mal, Antonio Torrubia (alias Toliol). Los he transformado a todos en bravos guerreros kranyal y los puse a competir entre ellos en las lizas, un recurso que necesitaba en un momento en que tenía que echar mano de un buen número de nuevos personajes, para dar más emoción a la competición. Manejar una cantidad tan grande de personajes y escenas de combate desde luego fue un reto, tuve que hacer diagramas psra no perderme, pero al mismo tiempo disfruté muchísimo con ello. Así que para mí, lejos de ser un momento valle, ¡fue todo un momento álgido! ������
ResponderEliminar¡Un placer! Ojo, que son un delicia como lector de fantasía. A lo que me refiero es que son un momento de relax, de disfrutar de la escena pero no avanzar en la trama salvo pequeños detalles y relaciones. Lo de los cameos no lo sabía, esta simpático :)
EliminarTengo que hacerle huequecito al primero :-)
ResponderEliminarBesos.
Espero que te guste :)
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