Es una alegría cuando alguien
conocida para ti, o con quién has compartido algún momento, consigue sacar
adelante un texto y verlo impreso en papel. También, desde la posición bloguera,
puede existir ese subyacente temor a que el libro no te consiga conquistar. Ese
incontrolable miedo se me paso con las primeras páginas de Concierto en sol menor. Desde los primeros compases, el viaje de Dak-ho hace simbiosis con los poros
de mi propia piel y siento su dolor. Dak-ho no es humano del todo, pero
tampoco kitani. Su propio infierno comienza cuando se quedo solo en el mundo tras la
muerte de su madre.
Concierto en sol menor es
un viaje por la galaxia orquestado por Laura S. Maquilón que cambiará la vida de todes sus protagonistes. Tres
almas cuyo destino era encontrarse para poder curarse. La huida de Gran Futuro,
un planeta que no supone más que una cárcel tanto para la ekinospa Xenia como
para Dak-ho, no es más que el punto de partida de una aventura por el espacio
en busca de la libertad y la felicidad que tanto ansían. Un viaje repleto de
decisiones vitales, descubrimientos personales y pura transformación.
Un viaje introspectivo triple
Aunque Concierto en sol menor
es, por supuesto, una space opera, digamos que sus momentos de aventura
espacial son más que contados. Laura S. Maquilón propone un viaje interior para cada une de sus protagonistes a la vez que avanzan por parte del espacio. Concierto
en sol menor nos habla sobre el concepto de libertad y sus definiciones, sobre la convivencia con depresión,
los problemas sociales de ser diferente, la ética científica y la importancia en nuestra capacidad de entendimiento con los demás. Cada paso en el camino, cada parada y escena,
significa un nuevo eslabón en la transformación de Dak-ho, Alisha y Xenia. Cada
personaje, con sus capas y contradicciones, va creciendo a través de la página
con cada movimiento y conociéndose más a sí mismo.
El famoso worldbuilding
Sin embargo, y aunque no sea para nada algo significante, el famoso worldbuilding de Concierto en sol menor se nota desde los primeros instantes. Seres sentientes gigantes que funcionan como transporte, razas alienígenas como los kitani, sisvenca o thunçari que son descritos con una hermosa poética, o algunos términos que van apareciendo a lo largo del texto, pero para los que tampoco hace falta un glosario especial. Laura S. Maquilón nos introduce orgánicamente en su mundo con sutiles pinceladas, llevándonos más allá del espacio exterior como si de Star Trek se tratara. Naves, tecnología, razas alienígenas y culturas conviven en un universo repleto de recovecos por explorar. No hace falta saber más de lo que aparece en el texto, pero la sensación de buenos cimientos detrás, es permanente.
Explorando Warakum
No, lectores, esta no es la primera vez que
pisamos Warakum. El universo de Laura S. Maquilón, inspirado por el Universo
de Xuya de Aliette de Bodard, ya lo hemos podido visitar en ocasiones
anteriores. Un par de relatos en Matreon compilados bajo el nombre Acordes de Warakum y el relato Desconexión de la antología Iridiscencia. Cada una de
estas historias forma parte de ese escenario, pero todos son completamente
independientes entre sí, compartiendo solo lugares y razas alienígenas, pero
nunca personajes ni tiempos. Una especie de telón de fondo al que esperamos que Laura acuda en MUCHAS más ocasiones.
Comentarios
Publicar un comentario
Lo primero de todo, GRACIAS por comentarme, asi me haces un poco más feliz. Lo segundo, si vas a comentar espero que sea desde el respeto a los demás y con este blog.
Gracias por tu comentario y visitarme :)