La última mujer de La Mancha, de Enerio Dima

La última mujer de La Mancha
Enerio Dima
Cerbero
Bolsilibro / Digital | 224 páginas | 5€ / 1,90€



¿Cuántas veces hemos visto un fin del mundo? Posiblemente cientos de veces gracias a películas, series o literatura. Soy leyenda de Matheson, El último hombre de Mary Shelley o La tierra permanece de George Stewart, por poner unos ejemplos. Pero ¿y un fin del mundo en Albacete? ¿Y protagonizado por una mujer? Ah, seguro que ahí la cosa cambia. No sé tú, queride lectore, pero la cantidad de títulos que se me ocurren con esas características asciende a un total de cero unidades. Bueno, debería decir de uno, ya que La última mujer de La Mancha cumple esos dos requisitos con creces y ha sido una de mis ultimas lecturas. ¡Ah si! También es una de las nominadas a los Premios Guillermo de Baskerville 2021 en los que participo como jurado de Novela Corta.

Leo, una mujer mayor que ha vivido muchas cosas a lo largo de su vida, baja de su casa en la montaña para una revisión rutinaria en el hospital con el temor, o más bien certeza, de que su enfermedad ha regresado. Sin embargo, en la consulta no hay nadie. Ni en el resto del hospital. Ni en las calles. Ni en el pueblo. Nadie la obliga, pero siente que necesita respuestas. Leo emprende un viaje por carretera por la España más costumbrista, por la España vaciada, en un road trip postapocalíptico en toda regla con la esperanza de encontrar a alguién más.

Enerio Dima construye habitualmente algo visto en términos apocalípticos, pero desde una perspectiva que sentimos novedosa. El costumbrismo del habla de la Mancha mezclada con el terror y la ciencia ficción apocalíptica funciona a las mil maravillas. Leo, nuestro volante en la historia, nos da una perspectiva que se siente nueva. Es una mujer madura, a la que puede que le quede poco de vida, pero a la que su trayectoria nos obliga a pensar en su soledad. Una soledad, un silencio, que se llena con los que no están en su cabeza. Un mutismo que lo llena todo y hace salir a la verdad: nos necesitamos unos a otros.

El ser humano por naturaleza ansia compañía, aunque a veces desee la soledad más absoluta. Enerio sorprende construyendo un personaje repleto de determinación, a través de escenas intimas entremezcladas con la acción. El ritmo más pausado, que por momentos recuerdan al padre errante y su hijo en La Carretera, nos lleva hasta algunas de las respuestas. Y digo algunas, por que seguro que no están todas dadas. O no las sabemos leer. Esta especie de apocalipsis ubicado en zona manchega habla también del éxodo rural. El ambiente manchego impregna cada página, cada escenario, cada paisaje y cada dialogo. Y como tal, algo tiene que decir, pero eso es mejor que os lo cuente La última mujer de La Mancha.

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