N. K. Jemisin (Trad. de David Tejera Expósito)
Nova
El año pasado llego a nuestros estantes una de esas novelas rompedoras dentro de la literatura de género. Se trataba del primer volumen de la trilogía de La Tierra Fragmentada llamado Laquinta estación, de la autora afroamericana N.K. Jemisin. Ganadora del premio Hugo, Nebula y World Fantasy era un trabajo soberbio de originalidad literaria. Rompedora, especial y diferente. En 2016 llegaba a las librerías angloparlantes El portal de los obeliscos, la segunda entrega. Es habitual que el libro en medio de las trilogías sea catalogado como un puente, un interludio entre presentación y conclusión. Su consecución como ganadora de nuevo en los premios Hugo y Nebula dejaban claro que no iba a ser así. Y no lo es. Jemisin elabora una segunda entrega tan densa como intensa de fantasía mágica que se rige por algunos patrones de la ciencia ficción, repleta de respuestas, desarrollo de personajes y dardos envenenados.
Lo primero que notamos al volver
a la Quietud es la pérdida del factor sorpresa. Tras las revelaciones finales,
era obvio que la estructura narrativa debía cambiar. Aunque el narrador en
segunda persona no se esfuma, la nueva novela gira en torno a dos ejes y una línea
temporal centrada en apenas un año. Por un lado, tenemos la trama de Essun y su
asentamiento en la comu de Castrima. Por el otro, conocemos la historia de su
hija Nassun, sus vivencias y descubrimientos. Ambas comparten muchas
similitudes. Estos dos ejes nos adentran en la historia de la Quietud y los
orogenes. Conoceremos la esencia de los Guardianes, la procedencia de los
comepiedras, y como una guerra entre los habitantes de la Quietud y el Padre
Tierra lleva años librándose en las sombras.
Ilustración de Eli Neugeboren
Mirando con lupa la novela,
podemos ver en cierto modo un juego menos complejo. Más centrado en
desarrollarse que en ocultar como su antecesora. En este sentido las revelaciones son dadas
con tino, en el momento perfecto. Aunque en el comienzo de la novela se
condensa un poco la información y es un poco complica entrar de lleno. Jemisin revela un
trabajo detrás cada vez más interesante y detallado, explorando los límites
reales de su mundo y de una nueva magia que se revela como imprescindible para
lo que se avecina en la Quietud. Crea un sistema coherente donde las acciones
resultan lógicas y tienen una razón de ser. La ambientación se vuelve cada vez
más angustiosa, opresiva y calamitosa. El fin del mundo está cerca, y lo
podemos notar en cada frase que la potente prosa de Jemisin nos vuelve a
regalar.
Es esta prosa una de las
peculiaridades especiales de La Tierra
Fragmentada. A base de frases cortas y el uso de la segunda persona nos
mete sumerge de nuevo con una visceralidad abrumadora. Reconozco que es algo
que me cuesta leer. No porque no me guste, si no por la rabia que me transmite.
Porque llega a doler de verdad. La forma en la que habla del amor, de la
incomprensión, del dolor, del racismo. Es pura ira. Jemisin habla sobre la
corrupción del poder, las influencias externas y el amor verdadero. No deja
lado la segregación racial, el sexismo y los prejuicios de una minoría que es
diferente y no consigue ser aceptada en la sociedad. Habla sobre como
aprendemos, nos desarrollamos, nos conocemos y nos sacrificamos por diferentes fines y motivaciones. Toda una serie
de capas que hacen de la trilogía de La
Tierra Fragmentada una lectura más intensa de lo habitual.
¿Recordáis la espectacular y nada fácil traducción del primer volumen? Pues David Tejera repite su labor con tanto
éxito o más. Los términos inventados siguen encajando como un guante en el
universo de la Quietud. Trasladar el estilo de Jemisin, con tal fuerza y
potencia, no creo que deba ser nada fácil. El 15 de agosto del año pasado salió
a la venta en inglés The Stone Sky,
la esperada conclusión de la trilogía. Aún no sé sabe si volverá a ganar algún
premio, pero algunas reseñas que he podido leer la colocan como una buena y acertada conclusión. Solo estoy deseando que el sello Nova anuncie cuando la vamos a
tener disponible en castellano, porque ganas de volver la Quietud no faltan
tras el impactante final.
La prosa de Jemisin
La evolución de sus personajes
Las reflexiones y mensajes
La evolución de su mundo
Cuesta arrancar en el tercio
inicial
Aunque me ha gustado un poco
menos que la primera parte, me sigue pareciendo una novela y un universo
fascinante. Jemisin ha creado un mundo original, repleto de personajes e
intrigas interesantes. Su prosa es algo excepcional, de las que duele leer por
la fuerza que transmiten. Una segunda entrega que no es un simple puente, si no
algo más. Aunque se ha perdido el elemento sorpresa, nos prepara para un final
que espero este a la altura. Puede que me haya costado conectar un poco en el
primer tercio, pero desde que la novela arranca, posee un desarrollo
espectacular. El final está cerca.
Otras reseñas de interés
Me acabas de descubrir estos libros, pintan bastante bien y creo que los disfrutaría, tomo nota. Me gusta que la segunda parte no sea un simple puente, eso es algo que me enfada jeje
ResponderEliminarBesos =)
A mi tampoco me gustan segundas partes rellenos interminables. Espero que los disfrutes :)
EliminarPorque tengo algunos libros en la pila que quiero priorizar, si no ya habría caído esta segunda parte. De abril no pasa desde luego. Me alegra que los personajes sigan evolucionando, la verdad es que en el primer libro esto está muy bien hecho por Jemisin. Es una lástima que el final se haga cuesta arriba con lo bien que le salió en La quinta estación.
ResponderEliminar¡Genial! Si es que la pila es la pila, y todo se junta. Es el principio lo que me ha costado entrar, pero luego es un tifón :)
EliminarTengo unas ganas tremendas de leer la trilogía. Esperaré hasta que esté publicada al completo para leerla del tirón. Pintaza.
ResponderEliminarNo es mala idea. Eso mismo he hecho yo con la de Cixin Liu :)
EliminarMe he saltado tu reseña casi entera porque quiero empezar en breve el primero (a ver si puedo XD)
ResponderEliminarBesos.
Podías leerla que no hay spoilers XD Disfruta del primero :)
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