China Miéville (Trad. de Silvia Schettin)
Ediciones B | Nova
Surrealismo y ocultismo. Francia en el momento de la ocupación nazi de 1940. Fantasía, ucronía, thriller, ciencia ficción. El arte cobra vida, es una fuerza poderosa desencadenada por el poder de los sueños y las pesadillas. La guerra no ha terminado tal y como nosotros lo conocemos en la historia. En 1941 en Marsella, durante el caos de la guerra, el ingeniero estadounidense Jack Parsons llega a la Francia de Vichy. Cree que allí encontrará la fuente de un nuevo poder. En su búsqueda tropieza con André Breton y su grupo clandestino antinazi perteneciente al movimiento surrealista. Sus actos cambiarán el rumbo de la guerra y el mundo para siempre. París se convierte en una ruina sellada. Una alucinógena situación donde los nazis y la Resistencia están atrapados en un conflicto interminable. En las calles de esta Nueva París cobran vida imágenes y textos contra las fuerzas del infierno.
En 1950 Thibaut, un Main á plume,
un luchador surrealista solitario, camina por esta Nueva París. Los manif, las imágenes y textos que cobran vida, han logrado que la fuerza nazi no se
haya alzado aún con la victoria. Para contrarrestar dicho poder, el Führer ha
conseguido que una horda de sanguinarios demonios lo acompañen. Poco a poco Miéville ira desgranando cual es la
situación particular de esta Nueva París y como nuestro protagonista trata de huir junto a
Sam, una norteamericana que quiere captar en fotografías estos últimos días de
la Resistencia parisina. Una novela corta de uno de los autores más
imaginativos que nunca he leído. Una bomba de sabiduría cultural dentro de una
trama sencilla, en la que el fondo es mucho más importante que la forma. Miéville nos planta en los morros una
documentación abrumadora sobre el movimiento surrealista, y deja alarde de ello
en las treinta últimas páginas que funcionan a modo de glosario.
Surcar las páginas de Los últimos días de Nueva París no es una tarea fácil. El autor establece un juego metaliterario en el que se dedica a
repasar todo un movimiento artístico tan complejo como es el surrealismo. Poemas, textos,
pinturas, figuras, personajes históricos. Todo cobra vida en la novela. Las calles están infestadas de arte viviente. La
trama no deja de ser una simple búsqueda, un viaje por todos los parajes de
esta Nueva París. Lo que Miéville parece
buscar es ese juego de referencias artísticas cruzadas. Su interés radica más en el fondo que en la trama. Personalmente no he
conseguido conectar con la historia hasta sus compases finales. Demasiado
denso, inconexo y abrumador para mi cerebro. No he conseguido entrar en su
juego del todo. Eso no quita el alarde imaginativo del autor, tiene momentos
interesantes y realmente brillantes. Crea imágenes que te vuelan el cerebro,
que crees imposibles, que son pura y deliciosa locura.
La prosa de Miéville se vuelve más densa y enrevesada, atractiva y complicada.
La acción, siempre desarrollada en un presente de indicativo, nos sumerge de
lleno en la imaginativa Nueva París que nos propone. Mesas lobo que cobran vida, cadáveres exquisitos que caminan, tiburones que funcionan como canoas, edificios con líneas
difusas, girasoles gigantes crecen en medio de la calle. La narración, más
pausada al principio de la novela, va cogiendo ritmo cuando la alternancia de líneas
temporales, descubrimientos y giros argumentales comienza a aparecer. Aunque Miéville pueda pecar de cierta
saturación didáctica en algunas ocasiones, debo felicitar a Silvia Schettin por lo complejo que ha
debido resultar la traducción de esta novela corta. El lenguaje de la historia está
plagado de referencias, de imágenes potentes, de detalles y conceptos que para
nada son simples o fáciles, necesitan una ardua documentación.
Como ya me demostró cuando leí
Embassytown, para Miéville sus personajes no son más que marionetas que utiliza
en servicio de la historia que quiere contar. Es más, la propia ciudad es mucho más protagonista que los propios personajes. Thibaut nos sirve como
observador, como espectador de los acontecimientos. Mientras tanto, Sam es el
motor, la que lleva la acción, la que desencadena los hechos. Lejos de ahí, Miéville se dedica a dar forma a su
Nueva París, a sacarse de la manga unos cuentos giros para hacer avanzar la
trama y a abrumarnos con su nueva ciudad. Para abordar Los últimos días de Nueva París hay que ir con pies de plomo, con
la mente abierta, con la imaginación al 200% de su capacidad. Al igual que el
arte surrealista, su comprensión es complicada y cada uno tendremos nuestra propia percepción, nuestra forma de sentirla. Es una novela dura de entrar, plagada
por una imaginación desbocada, confusa y ambiciosa de la que hay que dejarse
llevar para disfrutar. La novela es todo un reto, un alarde de originalidad
para la que no todos estamos preparados.
La bomba imaginativa que puebla
la novela
El suspense de la trama
El desarrollo, cada vez es más
disfrutable
Los conocimientos del movimiento
surrealista
La confusión, la dificultad de
entrar al relato
Miéville plantea toda una bomba de imaginación concentrada en 200
páginas. Confusa, abrumadora, original. Los calificativos se quedan cortos. Por
desgracia no he conseguido conectar con ella, ha sido demasiado para mí. Mi
valoración iba a ser menor, pero cuanto más piensas en ella, cuando relees
algunas partes conociendo las referencias, comienzas a entrar y comprender
mucho más. Creo que alguna relectura le sentará divinamente. Queda claro que Miéville es un autor diferente,
especial, y de los que siempre apetece probar a leer. Aunque no recomiendo
empezar con esta novela corta.
¡Muchas gracias a Nova por el ejemplar!
Otras reseñas de interés:
¡Hola!
ResponderEliminarNo he leído nada del autor pero tengo claro que no quiero tardar mucho en tener la primera toma de contacto. Tengo varios apuntados pero creo que empezaré con el autor por 'Kraken', que ya lo he visto en la biblioteca.
En cuanto a este libro, me atrae mucho la ambientación en Francia durante la ocupación nazi. Es una pena que no pudieras conectar con la historia hasta el final. No descarto leerlo en algún momento, pero de momento lo dejo, me parece que va a ser una lectura muy densa y compleja.
Un beso
Creo que es mejor empezar con otros libros de Miéville para ir conociéndole. Disfrútalo :)
Eliminar¡Hola! ^^
ResponderEliminarPues si tú no has conseguido conectar con la historia, dudo mucho que yo tenga más suerte, porque no es el tipo de libro que suelo leer. De hecho no me atrae nada, y los calificativos "confusa" y "abrumadora" me echan más para atrás todavía. No creo que me fuese a gustar.
Besos!
No, este no es para ti para nada :)
EliminarHola!
ResponderEliminarA este libro le tengo ganas, pero por otro lado me da miedo no acabar de entender bien lo que se me quiere decir y la verdad es que tu reseña no me ha quitado ese miedo jajaja
Eso sí, algún día habrá que lanzarse a la piscina.
Un beso ^-^
Si te lanzas a la piscina vete con fuerzas, la mente abierta y con apetito de releer varias veces :)
EliminarEs un autor al que estoy deseando descubrir, aunque no creo que sea a través de este libro. Tengo en cambio Un Lun Dun esperando en mi estantería, espero no demorarlo más.
ResponderEliminarUn abrazo ;)
Le tengo ganas a Un Lun Dun por proponer un Londres alternativo como hacia el Neverwhere de Gaiman. Ese cae fijo :)
Eliminar¡Buenas!
ResponderEliminarEsta novela me atrae y me repele a partes iguales. Por una parte, me parece interesantísimo el concepto, ya que cualquier cosa meta, en general, me apasiona. Sin embargo, por otra parte, el movimiento surrealista es algo que parece sumamente sencillo y, a la vez, terriblemente extenuante para el cerebro. Creo que la dejaré pasar por ahora, pero la tendré en cuenta para cuando quiera algún reto.
¡Un saludo!
El típico amor/odio que despierta Miéville. Si buscas una lectura dura, esta es la tuya :)
Eliminar¡Buenas!
ResponderEliminarMe gusta el surrealismo y tengo ganas de conocer al autor, peeero parece, por lo que cuentas, una historia complicada para empezar por aquí. No la descarto, pero de momento no me apetece especialmente. Quizá cuando me pille con la cabeza más despierta. De todas formas, una opción muy interesante.
¡Saludillos! ♪
Yo no empezaría por aquí con Miéville, te puede volver demasiado loco. Gracias por comentar :)
EliminarLo tengo pendiente, Mieville me gusta mucho y no me ha decepcionado nunca
ResponderEliminarBesos
Bueno, la traducción de kraken que leí fue atroz, si no lo digo exploto
ResponderEliminarEra de la fechoria, no esperaba otra cosa XD
EliminarLo tengo en casa pero no he leído nada de Miéville y no creo que empiece por este. Creo que aunque sea de lo más corto es demasiado complejo para entrar con el autor. Tiraré por otros senderos un poco más amigables antes del boom imaginativo. Gracias por la reseña. Besos ^^
ResponderEliminarEs corto pero tiene tanto dentro que es como una novela de 900 páginas :)
EliminarDe este autor solo he leído LA CIudad y la Ciudad y fue una grata sorpresa. Qué genial que Nova lo esté rescatando, le hincaré el diente a esta novela ya que llegue a México.
ResponderEliminarSaludos!